Torreón

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Casa del Cerro: El imponente castillo de estilo alemán que fue de las primeras residencias

El hogar de la familia Wulff en Torreón, un lugar emblemático convertido en un atractivo y bello museo que es patrimonio de la ciudad.

La Casa del Cerro.Construida en 1904, guarda toda una vida de la familia Wulff, pero también en este lugar se dieron sucesos históricos.Créditos: Juan Carlos García
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Construida en 1904 por el arquitecto e ingeniero Federico Wulff, la Casa del Cerro, guarda toda una vida de una familia alemana, quienes la habitaron por muchos años, pero también en este lugar tuvieron lugar sucesos históricos.

La familia Wulff vivió durante 5 años en este castillo alemán de piedra gris. Créditos, Especial.

Desde su ideal ubicación se puede observar una gran panorámica de toda la ciudad; fue utilizada como trinchera por el general Francisco Villa durante la toma de Torreón. En los años 50, el inmueble sirvió como cuartel militar y, posteriormente, albergó a una pequeña vecindad, hasta que el 11 de febrero de 1994 se instaló un museo en su interior con el objetivo de difundir la historia de la ciudad.

En 1999 el inmueble fue remodelado y equipado con fondos del gobierno municipal y del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (Paice).

Su edificación

Federico Wulff, hijo de padre alemán y de madre española, estudió Ingeniería civil y arquitectura, en Alemania. Trabajó en la minería y construyó algunos puentes en Estados Unidos, antes de llegar a Torreón.

En 1887 fue invitado por Andrés Eppen Ashenborn para participar en un importante proyecto inmobiliario en el rancho de Torreón, ya que Eppen había adquirido la hacienda de San Antonio del Coyote y sus anexos, y planeaba fraccionarlas para crear un centro de población junto a la estación del Ferrocarril Central Mexicano, que había llegado a la zona en 1883 y se esperaba para 1888 la llegada del Ferrocarril Internacional Mexicano.

El ingeniero Wulff comenzó la traza del nuevo fraccionamiento, y en enero de 1888 comenzó la venta de los terrenos. El señor Epen ordenó la construcción de un mercado y una plaza de armas en las manzanas 32 y 34.

Al establecerse en Torreón, en 1901 el ingeniero Wulff compró los terrenos de una escarpada colina frente a la estación del ferrocarril con el fin de construir una casa para su familia. Realizó excavaciones y construyó una noria para buscar agua potable, sin embargo, solo encontró agua salitrosa, la cual posteriormente sería utilizada para riego y para abastecer la alberca de la casa.

Siete años duró la construcción de esta casa de estilo alemán, misma que el arquitecto Federico Wulff hizo para vivir con su familia. Créditos. Especial. 

Inspirado en un diseño de fachada ecléctica, con elementos neoclásicos, parecido a un castillo alemán, el ingeniero Wulff comenzó en 1902 a construir su casa, para lo cual utilizó cantera traída desde Durango, así como también ocupó piedras del mismo cerro donde edificó su residencia familiar.

En 1905 concluyó la construcción de su casa, la cual se compone de 15 estancias y un sótano, azulejos italianos y pisos de encino, una canasta que venía desde el segundo piso hasta la lavandería, misma que funcionaba a través de los cuartos de baño.

Asimismo, Federico Wulff construyó sus oficinas justo a un lado de su casa, fue de las primeras residencias en Torreón, en las cuales las recámaras principales contaban con armarios y lavamanos.

Dentro del mismo terreno de la casa familiar, Federico Wulff construyó sus oficinas, desde donde atendía las obras que realizaba en Torreón. Créditos. Especial.

La familia Wulff, se componía de 8 integrantes los cuales vivieron en esta casa: Federico Wulff (Papá), Herlinda Gross (Mamá), Federico (Fidi), Gertrudis (Tulitas), Enrique (Henry), Alicia (Alis), Carlos (El Chulo) y Roberto (Bubuelo).

La familia Wulff se componía de 8 integrantes, quienes vivieron 5 años en la Casa del Cerró, ante la llegada de la Revolución Mexicana. Créditos. Especial.

El arquitecto Wulff, tardó siete años en construir su casa donde él y su familia solo pudieron vivir cinco años, pues llegada la Revolución, Federico envió a su familia a San Antonio, Texas; para que estuvieran a salvo.

Entre 1910 y 1917 la casa es rentada al Gobierno de los Estados Unidos para usarla como consulado. En 1917 regresa la familia, hasta que en 1924 la venden.

La Casa convertida en Museo

Desde 1994 este recinto es un Museo Histórico, donde se cuenta con la exposición sobre cómo vivían los Wulff en el lugar, además de que se realizan exhibiciones artísticas y culturales.

La Casa del Cerro, cuenta con hermosos jardines y una vista panorámica de la zona donde nació la ciudad de Torreón. Créditos. Especial.

El 25 de abril del año 1996 el ayuntamiento de Torreón publicó en la Gaceta Municipal el reglamento de protección y conservación de los edificios y monumentos que integran el patrimonio cultural de Torreón, donde se encuentra La Casa del Cerro.

Su diseño

La casa se compone de 17 habitaciones, un sótano y la cava, y cada espacio tiene su historia, donde la familia vivió sus días entre música, pláticas, piano, el jugar de los niños, trabajo, entre otros aspectos cotidianos de los integrantes de la familia Wulff.

Dentro de la exhibición del museo Casa del Cerro, se encuentran objetos que utilizaba la familia Wulff. Créditos. Especial.

En la sala, la cual es de forma octagonal, se encuentra una pieza única y original de la casa que es la chimenea, donde se cuenta que todas las tardes Don Federico y su esposa se sentaban a tocar el piano y obligaban a sus hijos a escucharlos hasta que terminaban de tocar. Los niños odiaban esta parte del día porque ellos preferían estar jugando.

En esta sala, existe un vestido del año 1930, de gala con encajes y adornos, tal y como era la moda en el siglo XX, con fondo de seda y se complementaba con elegantes estolas de zorros.

Aparatos de música y vestidos de la época es lo que se muestra dentro de la exposición del museo. Créditos. Especial.

También existe una vitrola de 1920, aparato que funcionaba con discos de acetato por medio de cuerda.

De igual manera, conocido como gramófono, antecesor del fonógrafo, con el mecanismo de una cajita de música por medio de un cilindro perforado que al girar emite la melodía. Se intercambiaba el cilindro para cambiar de música, como si cambiáramos un CD.

Además en la sala de la Casa del Cerro, se encuentra un fonógrafo, este aparato surgió después de la vitrola y causó una gran curiosidad en la época, porque funcionaba con discos de acetato y la música sonaba a través de una gran bocina en forma de flor.

El comedor es un clásico modelo de la época que se expandía o se reducía según la cantidad de comensales. Tiene su trinchador, que es el mueble donde se guardaban los utensilios como platos, cubiertos, manteles, entre otros artículos.

El comedor cuenta con una vitrina donde se encuentra una vajilla donada por los alemanes en el año 1800. Créditos. Especial.

Dentro de la vitrina tienen una vajilla checoslovaca de 67 piezas con tazas para la hora del té con tarros y jarras cerveceras donadas por la etnia alemana que llegó a la ciudad a finales del año 1800.

En cuanto a la cocina, esta tiene el piso original de la casa, diferente al resto de ella ya que lo demás es de madera. Esta área de la casa se encuentra a un lado del comedor, por este lugar existe una puerta que se conectaba al comedor, funcionando como barra de servicio, y se pasaba al sótano donde se encontraba la cava, donde además había un pasadizo por el que los hijos de los sirvientes, que eran los que cabían, traían las cosas de la cava sin que los vieran los habitantes de la casa.

La estufa de cinco quemadores, con horno y con termostato. Asimismo, en la casa se puede apreciar el área de lavaderos y los cuartos de la servidumbre. Se cree que una pequeña habitación fue la despensa por el tamaño y la cercanía a la cocina.

Las recámaras son amplias, y tanto Federico Wulff como su esposa, Linda Groos, contaban cada uno con sus recámaras independientes, las cuales se conectaban mediante un balcón, y se cuenta que dormían juntos solo cuando querían tener intimidad

El baño cuenta con losetas italianas, se puede apreciar el desgaste de la losa. Y las piezas que se tienen en exhibición en el Museo Casa del Cerro, también son originales de la casa. Fueron de las pocas cosas que se pudieron rescatar en 1988, fecha en la que el municipio compra la casa.

Dentro del diseño arquitectónico de Wulff, la casa cuenta también con una canastilla de lavandería, y una idea muy avanzada de Don Federico para la que fuera su casa, es un conducto para tirar la ropa sucia que llega directo a la lavandería

Sin duda es una casa emblemática de la ciudad, donde vivió junto con su familia el arquitecto Federico Wulff, quien trazó diversas edificaciones en Torreón, incluidas las anchas calles del Centro Histórico.