Torreón se distingue por sus calles anchas, trazo que se dio debido a un error en la conversión de medidas, y gracias a ello esta ciudad de Coahuila cuenta con un diseño urbano único en el país.
La historia de este error de medidas comienza con la llegada del Ferrocarril Internacional al entonces Rancho del Torreón, esto en 1888, año en que Andrés Eppen, representante de Rapp, Sommer y Compañía encargó al ingeniero Federico Wulff el trazo de algunas cuadras, tomando como punto de origen el cruce de vías del Ferrocarril Central con el Ferrocarril Internacional.
Wulff comenzó así con la encomienda aplicando sus ideas norteamericanas de urbanismo donde lo principal era el obtener el mayor provecho inmobiliario y económico, por lo que dimensionó las manzanas en los planos siguiendo un alineamiento a las vías del ferrocarril.
Un error en las medidas
Sin embargo, Federico Wulff solo contaba con una cinta de medir con equivalencias métricas que se usaban en Estados Unidos, la cual se componía de pies y pulgadas; y creyendo que estas medidas correspondían a la vara castellana colocó sus cálculos bajo ese registro en cada manzana, los 101 vara cuatro pulgadas por lado y las calles 25 varas y doce pulgadas, de esta manera las cuadras quedaron más grandes de lo planeado.
Al señor Eppen, quien encargó el trazo de las calles a Wulff, fue advertido del error, pero este ya había vendido las primeras manzanas y expresados en los títulos la medida de 100 varas por lado, y al hacerle conocer la diferencia, dijo que como el exceso en medidas era favorable a los adquirientes, lo mejor era dejarlas como estaban y así se siguieron vendiendo.
La división del primer sector de la ciudad en cinco fraccionamientos
Fue en 1897, el Coronel Carlos González obtiene de Andrés Eppen los terrenos proyectados para urbanizarse del Rancho del Torreón, aunque un año después, los vende al algodonero español Feliciano Cobian.
Cobián siguió el diseño de Federico Wulff, y decide fraccionar el oriente de la villa dividiéndolo en 5 sectores: Primero de Cobián, de la calle Rayón (actual Calzada Colón) hasta la calle Francisco I. Madero; Segundo de Cobián, de la Francisco I. Madero a la calzada Cuauhtémoc; Tercero de Cobián, de la calzada Cuahutémoc a Calle 18; Cuarto, de Calle 18 a Calle 30; y Quinto, de Calle 30 a Calle 40 (actual Saltillo 400).
Esos cinco Fraccionamientos de Cobián, junto al Fraccionamiento Primitivo, constituyen un primer sector, el llamado Triángulo Centro, que está delimitado por los actuales bulevar Revolución al Sur, bulevar Independencia al Noroeste y bulevar Diagonal Reforma al Noreste.
Los nombres de las calles de Torreón
De acuerdo con el Archivo Histórico de Torreón, fue en el año 1898 cuando el entonces Presidente Municipal, Luis Manuel Navarro le dio nombre a algunas vialidades del primer cuadro de la ciudad, partiendo del sector Alianza hasta la ahora conocida calle Leona Vicario, siendo está a la única mujer que se honró en ese entonces.
Los primeros nombres de las calles surgieron de personajes relevantes de la historia de Coahuila como lo son: la calle Viesca, Múzquiz, Ramos Arizpe, Zaragoza, Valdez Carrillo, Cepeda, Rodríguez, la del Poeta (Manuel) Acuña, Blanco y Falcón.
Asimismo, las nomenclaturas de las avenidas se les asignó a héroes de México, excepto a la que se nombró Ferrocarril (hoy bulevar Revolución); otras fueron: La Hidalgo, Juárez, Morelos, Matamoros, Allende, Abasolo y Ocampo.
Torreón como una de las ciudades con mejor trazo urbano del país
El trazo de las calles del primer cuadro de la ciudad no fueron las únicas obras del ingeniero Federico Wulff, también construyó hoteles, como el Hotel Salvador, que en su tiempo fue considerado uno de los más lujosos, al contar en sus instalaciones con elevadores, con lo que irradiaba la modernidad y opulencia con la que nació Torreón, al igual que planeó el hotel San Carlos, destruido por un incendio en los años 80’s.
Wulff también participo en la edificación de los sistemas de riego agrícola en la región así como la primer fábrica de hielo en la región, y sin duda su obra más imponente es la Casa del Cerro, también conocida como el Chalet Wulff o El castillo, la cual hoy en día es un museo.
La influencia del trabajo del ingeniero Wulff fue tan grande, que incluso Torreón fue considerada una de las ciudades con mejor trazo urbano del país.