Una persona muerta, dos desaparecidos y daños materiales en infraestructura urbana y viviendas por varios millones de pesos es el saldo que dejó a su paso una tormenta atípica en el municipio de Múzquiz.
Durante la noche del miércoles y las primeras horas de la madrugada del jueves, la sierra de Santa Rosa, el municipio de Múzquiz y las comunidades mineras de Palaú y La Cuchilla, sufrieron siete horas de intensas lluvias que desbordaron ríos, arroyos, inundaron calles, colapsaron vados y puentes, derribaron bardas y se metieron a las casas.
Cuerpos de seguridad y socorro de los tres órdenes de gobierno rescataron a cientos de damnificados y los trasladaron de sus viviendas anegadas al Gimnasio Municipal de Fluorita, a la Central de Bomberos o la Cruz Roja, convertidos en albergues por el Ayuntamiento de Múzquiz.
La comunidad quedó incomunicada por varias horas al colapsar puentes y vados. La telefonía de línea, de celular e internet también quedaron fuera de servicio.
La alcaldesa Tania Vanessa Flores Guerra afirmó que el 70 por ciento de la población resultó afectada por la tormenta y advirtió que serían miles los damnificados. Pidió a los municipios del Estado que se solidaricen y envíen ayuda humanitaria.
El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís se trasladó al municipio, a 337 kilómetros de la capital estatal, y se reunió con el Centro de Comando formado por Protección Civil, Ejército Mexicano y Guardia Nacional.
Puso a disposición dos helicópteros que sobrevolaron la cabecera municipal de Múzquiz.
El gobernador indicó que las brigadas buscarían que no haya gente comunicada o atrapada por la corriente o las inundaciones.
Este viernes, cuando los niveles de agua disminuyan más, entrarán brigadas del Estado y Ayuntamiento a las colonias inundadas a censar el número exacto de las viviendas que se dañaron. Estado y Ayuntamiento distribuirán de manera conjunta kits de higiene para que los afectados puedan iniciar las labores de limpieza de sus viviendas.