Ubicado en la cima del poniente de Torreón, lugar donde nació esta ciudad, el Santuario del Cristo de las Noas es sin duda uno de los más emblemático lugares de la región, siendo que desde cualquier punto de la Comarca Lagunera se puede observar este complejo turístico-religioso con su monumental escultura de Cristo Rey y sus 22 metros de altura.
Fue en 1973 cuando se comenzó a edificar esta obra del artista saltillense Vladimir Alvarado, impulsando así la idea del sacerdote José Rodríguez Tenorio, quien siempre pensó en que se realizará una imagen que cuidara a la ciudad y sus alrededores y, a la vez pudiera ser un atractivo turístico que motivara a los no creyentes a acercarse a conocer tan gigantesca figura.
El Cristo de las Noas tiene este nombre por estar sobre el cerro donde crece un cactus del desierto que crece en esta región llamado noa.
Otro de los datos de este Cristo, es que fue construido con 579 toneladas de hormigón armado y tardó diecisiete años en quedar terminado debido a sus grandes dimensiones.
También la inmensidad de esta escultura de Cristo con los brazos abiertos, se ubica como el más grande de Norteamérica en su tipo, y el tercero más grande de América Latina, solo más pequeño que la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro , Brasil , y el Cristo de la Concordia en Cochabamba , Bolivia.
Cabe destacar que el año pasado, en Monclova, Coahuila se inauguró el Cristo de la Bartola, el cual cuenta con una altura de 41.5 metros, sin embargo la escultura es formada de una cruz con un Cristo de acero al centro.
Además, siendo un complejo turístico- religioso, el Santuario cuenta con una réplica de Tierra Santa, por lo que se puede visitar en Torreón: la Cueva de Belén, El Calvario y la Capilla del Santo Sepulcro, manifestaciones de los atractivos religiosos que se encuentran en Israel.
Ante lo anterior, cada semana santa es visitado por miles de personas, quienes acuden a observar dicha réplica y otros más también acompañan al Viacrucis viviente que se realiza por la colina del cerro pasando por cada una de las 14 estaciones por donde camino Jesús.
Este espacio se ha convertido en un referente del turismo en Torreón, ya que cuenta con un teleférico, un observatorio astronómico, una explanada de paseo, convivencia y exposiciones de arte y cultura llamada Puerto Noas, un restaurante y sobre todo una vista impresionante de la ciudad.
Teleférico, un paseo por los cielos
Partiendo de su estación Treviño, el Teleférico de Torreón te lleva en un recorrido de casi mil 500 metros de longitud y 150 metros de altura, y en cerca de 10 minutos, ya te encuentras en el mirador del cerro del Cristo de las noas.
Este transporte turístico pueden subir 385 pasajeros por hora por sentido mediante sus 9 cabinas en las que pueden transportarse como límite 8 pasajeros.
Por sus bajos costos, el teleférico Torreón se sitúa como el más barato en la modalidad de turismo en toda Latinoamérica, ya que cobra 15 pesos para niños, estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad y 30 pesos al público en general.
Viendo las estrellas desde lo alto de la ciudad
Otro de los atractivos de este complejo turístico es el Puerto Noas, el cual se ha convertido en un espacio de exposiciones de arte, cultura y dinosaurios, pero además cuenta con un domo dedicado al turismo y la ciencia.
Se trata del observatorio astronómico, el cual se ubica en la explanada de este llamado Puerto Noas, al ser una parada más dentro de la magnitud del cerro de las noas y que cuenta con terrazas, 11 balcones, dos velarias, mil 500 metros cúbicos de muros de contención en alrededor de cuatro mil 500 metros cuadrados de piso firme y 11 mil 182 de terracería.
El observatorio fue pensado para que existiera una convivencia entre las estrellas y las luces de la ciudad, pero sobre todo para poder contar con un lugar donde poder observar a través de su telescopio robótico de 12 pulgadas y un telescopio solar con fibra H Alfa que permitirá ver principalmente en el día sol y en la noche a los planetas y la luna.
Asimismo está pensado para poder contar en este complejo turístico-religioso con un lugar donde de manera adecuada se puedan observar los fenómenos astronómicos, como lo será el eclipse solar en el 2024, el cual con este observatorio astronómico podrá verse desde las alturas del cerro del Cristo de las Noas.