El telescopio espacial James Webb de la NASA, un instrumento revolucionario construido para mirar lo más lejos posible del cosmos, fue lanzado por cohete el sábado temprano desde la costa noreste de América del Sur, abriendo una nueva era de exploración astronómica muy esperada.
El poderoso telescopio infrarrojo de 9.000 millones de dólares, aclamado por la NASA como el primer observatorio de ciencia espacial de la próxima década, fue llevado a lo alto dentro de la bahía de carga de un cohete Ariane 5 que despegó alrededor de las 1230 GMT de la base de lanzamiento de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Guayana Francesa.
El lanzamiento se transmitió en vivo en un webcast conjunto NASA-ESA.
Con el nombre del hombre que supervisó la NASA durante la mayor parte de 1960, su década de formación, Webb es aproximadamente 100 veces más sensible que su antecesor el Telescopio Hubble y se espera que transforme la comprensión de los científicos del universo y nuestro lugar en él.
Webb verá el cosmos principalmente en el espectro infrarrojo, lo que le permitirá mirar a través de las nubes de gas y polvo donde nacen las estrellas, mientras que Hubble ha operado principalmente en longitudes de onda ópticas y ultravioleta.