El menor de 11 años que vivió el intento de secuestro en el municipio de Tampico, trabajaba en la vía pública vendiendo chicles y es la misma población quien le regala dinero; esto pone en peligro a los infantes porque les toman confianza siendo presas de alguna situación de riesgo; por lo que la Procuraduría del Sistema DIF Tampico podría turnar a la Fiscalía General de Justicia a los padres por descuido y explotación infantil.
Dulce Imelda Marcial Cruz, dijo que se abrió una investigación sobre este tema que ha mantenido en alerta a la ciudadanía porteña, debido a que por un descuido de los padres, el niño de 11 años pudo haber vivido una amarga experiencia. El niño ayudaba a sus papás a vender algunos productos entre ellos chicles.
Aseguró que el menor y su familia son originarios del municipio de Tampico, siendo su modo de vivir, deambular por la vía pública ofreciendo sus productos.
"Es un descuido por parte de los padres, es lo que le decimos a los padres que están, por ejemplo, en Liverpool, también en Soriana. Hicimos ya todos los recorridos...como somos integración familiar, trámite administrativo, citar a los papás aquí. Darles todas las herramientas necesarias psicológicas, para que ellos vayan e investiguen y estén al tanto de lo que están haciendo los papás. En caso de que ellos incumplan ya nos corresponde a nosotros ir y poner la denuncia directamente a la Fiscalía".
Señaló que gracias a la intervención del trabajador del transporte público se pudo evitar una tragedia, pero también hizo un llamado a la ciudadanía para que no "regale dádivas" a los menores de edad que están trabajando en las calles. El hecho que los niños y niñas trabajen, es una violación a la ley y es penado, es una explotación infantil.