Hay poco más de 20 niños desde los seis años de edad que están vendiendo diferentes productos como cubetas, artesanías, sombrillas, banquitos hasta ostiones o comida como empanaditas en la Playa de Miramar.
Para los vendedores ambulantes que se instalan diariamente en la orilla del mar, consideran que la presencia de los niños significa una venta desleal porque la simpatía, la forma de vender y que sean infantes, convencen a los visitantes de comprarle más que a los mismos comerciantes establecidos.
Juan Sánchez Bonilla, vendedor de inflables, frutas y souvenires, dijo que no todos los niños que están vendiendo son de la localidad aunque algunos son hijos de los mismos comerciantes; pero otros los traen de pueblos aledaños a la zona conurbada; desconociendo si llegan con sus padres o familiares.
Manifestó que otros niños cada fin de semana apoyan a sus padres a vender los fines de semana pero este periodo vacacional de verano ha incrementado su presencia.
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"Si hay varios niños, poco más de 20 menores vendiendo productos que traen los papas, prácticamente quitan la venta, andan caminando con charolas, productos como cubetas, artesanías, sombrillas, banquitos, vemos que son desde los 6 años vendiendo".
Los niños se observan caminando desde las escolleras hasta el punto conocido como delfines o las letras de Miramar. Desde muy temprano llegan a la playa y se retiran cuando los turistas van dejando el máximo paseo turístico por la tarde.