En Matamoros se encuentra la catedral de Nuestra Señora del Refugio, misma que fue construida a principios del siglo XIX, entre los años 1825 y 1841, gracias a las gestiones del padre Nicolás Ballí. Realizada en una arquitectura de tres naves estilo neoclásico.
Esta catedral, fue construida en piedra llamada caliza de la región y cuenta con un área para coro, una torre campanario, una sacristía, una sala de confesiones, una sala de reunión y una sala de bautismo; su principal fachada es la gran puerta de madera con una imagen de la santa patrona.
Dos años después de concluida la obra se decide construir dos Torres iguales; sin embargo, años posteriores fueron destruidas por un ciclón que pegó esta localidad. La iglesia ha tenido cambios, pues ha requerido de rehabilitaciones, ya que fenómenos naturales han dañado su infraestructura, tal es así qué parte de su techo fue destruido también por un huracán.
Dentro de su estructura cuenta con tres arcos de acceso, flanqueados por columnas toscanas, seis en total. El arco principal es de medio punto, mientras que los laterales son de tipo ojival. Se dice que los remates en forma cónica prismática la hace similar a la catedral que también está construida en Nueva Orleans en Luisiana.
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Cada año los matamorenses celebran las fiestas patronales de la Señora del Refugio con una gran kermés realizada en la plaza principal de esta ciudad, esto del 21 de julio al 4 de julio, donde llegan artesanos de diversas partes de la república para ofrecer artesanías y dulces de diversos tipos.
En esa fiesta también hay grupos en vivo durante todos los días. Este centro de oración se encuentra ubicado en la calle 5 entre Morelos y González en la zona centro de Matamoros y pertenece a la diócesis de este mismo municipio.
Nuestra Señora del Refugio
El origen de la imagen de la Señora del refugio se encuentra en Italia en el año 1990 un lugar cercano a Montepulsiano se refugiaban muchos malhechores, un campesino llamado Antonio Rossi, quien encontró la imagen en un pajar con el deseo de alejar a estas malvadas personas, colocó en un tronco hueco de una encina del bosque, con tanta fé hizo su petición y después de esto el lugar muy pronto recuperó La paz, desde entonces venerada y conocida como un refugio para las personas que buscan paz.