Ana Rosa Rangel Díaz, directora de Atención a la Juventud en Altamira, expuso que debido al aumento de casos de suicidios y para evitar esta situaciones en la zona conurbada y la entidad se han abordado temas donde los jóvenes puedan detectar el problema y sepan pedir ayuda.
"Tenemos aproximadamente 100 jóvenes que hemos llevado a cabo con la canalización donde hemos detectado principalmente depresión y es a ellos que junto con Sistema DIF y psicólogos de llevar a los jóvenes por el mejor camino", expresó.
En las pláticas que se han llevado a las escuelas del nivel secundaria preparatoria denominado "Jóvenes Dialogando", en donde se abordan temas de interés, pues se trata de temas que han abarcado ya a 16 escuelas.
Detalló que hasta el momento no se han detectado tendencias suicidas, por ello los jóvenes que se han acercado para expresar su problema se han atendido para que les dé el tratamiento adecuado.
Agregó que el sector donde más se focaliza este problema es en el sector secundario siendo por igual hombres y mujeres quienes pasan por esta situación ya sea por problemas en el hogar o decepciones amorosas.
Jóvenes caen en depresión ¿Por qué no saben de obligaciones?
La procuradora de la Defensa del Menor la Mujer en Altamira mencionó que los jóvenes hoy en día se sienten presionados ante diversas obligaciones que desafortunadamente no aprendieron por parte de sus padres a enfrentar y eso es lo que los está derivando a caer en problemas de depresión y suicidio.
Francisca Arteaga Hernández, titular de la dependencia explicó que los jóvenes saben de sus derechos más no de sus obligaciones y es algo que los padres deben tomar en cuenta.
"A los jóvenes no les gusta que sus padres les llamen la atención en casa, situación que los hace pensar que la familia no los quiere, cuando eso es totalmente falso y es que parte de la 'corrección' es un tema que los padres debemos tocar", comentó.
Y en este sentido, comentó que ellos tocan el tema porque llegan pidiendo ayuda; sin embargo, la cuestión emocional debe ser tratada por personal profesional, para que se les dé la atención debida.
Uno de los síntomas es por ejemplo que una persona comenta o no se expresa, es apático, callado, serio y eso es algo que posiblemente podría estar poniendo en alerta.