La urbe industrial de Altamira en la zona sur de Tamaulipas es sin duda alguna conocida por su potencial gracias a las empresas que se encuentran en el corredor industrial, pero existe también un lugar que es icónico no solo para los altamirenses sino porque se ha convertido en referente para Tampico, así como para foráneos que llegan a la zona sur.
Este lugar es “El Barquito”, una embarcación real en la entrada a un municipio industrial, ganadero y agricultor. Su ubicación es un punto referencia de la zona sur de Tamaulipas, la forma para llegar puede ser tanto por Altamira como por Tampico.
¿Su peculiaridad? Contrario a lo que se podrían imaginar los que desconocen de su existencia, este “Barquito” no está en un puerto, se encuentra ubicado en plena ciudad, sí, “El Barquito” se encuentra entre las ciudades de Tampico y Altamira.
"Ya vengo por el Barquito" es una frase común cuando vas llegando al municipio altamirense o vas saliendo hacia Tampico o Ciudad Madero.
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¿Cómo llegó 'El Barquito' a la mitad de una ciudad?
En 1994, el Presidente municipal de Tampico, Fernando Azcárraga López, busco hacer la donación de un barco al puerto de Altamira y así, al obtener una respuesta de la extinta API, se le entregó a la urbe industrial.
Francisco Castellanos Saucedo, cronista del municipio de Altamira, explicó que, debido al tamaño de la estructura, llegó en fracciones, como si se tratara de un rompecabezas. Estas piezas fueron colocadas en la escuadra entre la Avenida de la Industrial y el libramiento poniente, antes de que se construyera el paso a desnivel y ahí se quedaron por meses.
En ese mismo año, la entonces Alcaldesa altamirense, Delia Calles Badillo, fue quien recibió la donación de los "pedazos" de estructura, sin definir dónde se instalaría; sin embargo, al ser entrada a la ciudad un punto estratégico por su limitante con su municipio vecino, Tampico, fue que se decidió ubicarla entre ambas ciudades y así soldadores y trabajadores en el oficio empezaron a formarla, comenzando con la construcción de una base de concreto que pudiera sostener la gran estructura.
El Barquito se convirtió en el referente de Altamira, siendo un ícono de este municipio industrial. Su majestuosidad y tamaño real es de 15.3 metros de altura. En ese lugar se construyó un eje vial inaugurado un 22 de septiembre de 2016 que ahora se le denomina: "El puente del Barquito".
Cabe mencionar que “El Barquito” tiene mantenimiento periódicamente debido a que el clima y las sales dañan su estructura. El objetivo es evitar la corrosión y el desgaste de la icónica pieza. Así mismo, con cada cambio de administración se transforman sus colores. Actualmente, se encuentra pintado de color guinda.
En la actual gestión municipal se le colocó una jardinera con banquetas aledañas. "El Barquito” también es escenario turístico pues es común que los turistas tomen una fotografía del recuerdo de su visita a la zona sur de Tamaulipas.