Ahora con el aumento del precio al kilogramo de la tortilla a 28 pesos, dependencias como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debe vigilar que expendedores vendan el kilogramo completo, pero sobre todo que sea de buena calidad.
Pilar Camacho, representante del movimiento Pilares por la Salud, indicó que desde que comenzó a subir el costo de la tortilla en el 2022 bajo la calidad de sus materiales, se quiebra rápido, no se puede recalentar, hasta se observan puntos negros, que su caducidad es inmediata.
Por lo que pide que Profeco comience con recorridos en las zonas donde se vende la tortilla como mercados, expendios en la zona centro y sobre todo al interior de las colonias de Tampico en donde las familias de bajos recursos era lo que podía comprar ahora se vuelve un alimento lejano.
"Ya tiene tiempo que los consumidores se quejan de la mala calidad de los productos, la gente se queja de cómo está hecha la tortilla, un aumento a 28 pesos para una familia que percibe salario mínimo que con el tomate y chile, era el único alimento que podría estar al alcance", dijo.
Enfatizó que no se vale que se permita que se abuse de las familias vulnerables, tanto en el rodante como en el mercado los kilos de a kilo, ahora son de 800 gramos, "no se valen que los que menos tienen estén sufriendo, si mas no recuerdo, hace mucho tiempo pasaban revisiones en mercados o rodantes creo que no se está viendo".
Pilar Camacho señaló que podrían registrarse más aumentos y una familia de 4 integrantes que eso comía, sopita y su tortilla para llenar también se está acabando, la dieta del mexicano común con un salario mínimo, ahora ¿qué va a comer?
Hay retroceso en la economía del país, porque en el mercado o tiendas comerciales los productos están por las nubes, se debe hacer algo para el bien de la comunidad, señaló la entrevistada.