La mañana del jueves se dio a conocer la muerte de una paciente con cáncer, la cual perdió la vida no porque perdiera la batalla, si no porque en el Instituto Mexicano del Seguro Social no le proporcionaron el medicamento para su tratamiento.
Maria Teresa Salinas López, presidenta de Guerreras Con Turbante, mencionó que no es la única paciente, pues en el camino compañeras han fallecido por la misma situación.
"Cómo puede ser que haya dinero para campañas políticas y no para el medicamento contra el cáncer, es nuestro derecho, somos trabajadoras, nos estamos muriendo por la omisión de las autoridades", destacó.
Elizabeth Luevano, es paciente de cáncer de mamá, desafortunadamente hace mes y media la enfermedad hizo metástasis en el cerebro, donde cuenta con 15 tumores y ante su diagnóstico, es urgente que le suministran el medicamento, el cual tiene un costo de entre 100 mil a 120 mil pesos.
"Yo quiero vivir y seguir viviendo a mis hijos, quiero luchar, pero para ello es necesario que me den el medicamento, tengo esperando mes y medio y se trata de una vacuna que me tienen que poner cada tres semanas", expresó con voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
Detalló que se trata de igual manera los casos en hombres y aseguran que no es el cáncer lo que los está matando, es la falta de medicina que los mantiene en esa situación complicada, pues nadie les da una respuesta y el director no las quiere atender.
Aumento en cáncer infantil ¿se da más entre los que viven en la zona industrial?
En el Hospital Carlos Canseco del municipio de Tampico aumentan las atenciones a niños con cáncer infantil, sobre todo de quienes viven cerca de la zona industrial, ya sea de la Refinería Francisco I. Madero y del Puerto de Altamira, informó Marina Pilar Gómez. Hematóloga pediatra.
También han llegado infantes que en los sectores donde viven se encuentran transformadores o antenas de la Comisión Federal de Electricidad, como la Avenida de las Torres en Tampico.
La Doctora Marina Pilar Gómez manifestó que el año pasado fueron tres menores que su vivienda se encuentra cerca de la Refinería Francisco I. Madero, así como cuatro en Altamira.
Los niños y niñas así como adultos mayores, son los más susceptibles a que les surja este padecimiento.
"Han llegado pacientes que viven cerca de la Refinería y cerca del puerto industrial en Altamira, el año pasado 3 niños que vivían cerca de refinería, unas 4 personas en Altamira. Son niños que viven en casa cerca de un transformador de la comisión, cerca de los transformadores".
Indicó que el mismo personal de la CFE le ha compartido que son 50 metros a la redonda de distancia que alcanzan los rayos tóxicos para niños y personas de la tercera edad.
En la Refinería de Ciudad Madero, en menos de un kilómetro de distancia hay casas habitación a donde alcanza a llegar el olor que emana la industria, es muy tóxico para la medula ósea, el niño lo está inhalando.
Dijo que no se puede hacer mucho de parte de las familias que no tienen otro lugar en donde vivir, porque en su mayoría son familias de escasos recursos. Es la zona industrial la que debe estar regulada por las autoridades competentes a fin de que se eviten afectaciones graves al ser humano.
"Estar recibiendo o inhalando diariamente contaminantes tóxicos que dañan la médula ósea, es el factor fundamental para que se estén incrementando las estadísticas de niños con esta enfermedad, ya que tan solo en el año pasado se registraron un promedio de 10 nuevos casos en menores que radican en sectores aledaños a este tipo de empresas", dijo.
Lamentablemente la urbanización no controlada ha provocado que hogares estén aledaños a focos de contaminación que a la larga provocan este tipo de padecimientos.