Las precipitaciones pluviales no siempre son negativas, para el campo prácticamente se trata de una bendición debido a que la cantidad de agua que ha caído ha permitido que la tierra esté en la humedad adecuada lo cual permitirá a los campesinos poder sembrar soya y sorgo en esta temporada.
José Enríquez Reyes, delegado especial del Comité Municipal Campesino en Altamira puso que después de 5 años en que no se presentaban lluvias como las actuales, de gran beneficio para el campo para la siembra de diversos granos y hortalizas.
"Sí es parejo la humedad en toda la zona rural se estarán sembrando 28 mil hectáreas, con esto se puede salvar este ciclo, porque la pasada ya se perdió", comentó.
Agregó que durante el siglo pasado se perdieron 28 mil hectáreas, afectando a varias comunidades que pertenecen a Altamira.