La familia Gutiérrez Galarza, de la colonia Campbell en el municipio de Tampico, prevalecen con las tradiciones con un nacimiento gigante, es lo que representa la verdadera navidad, el nacimiento del niño Jesús, un bebé hecho a base de madera que tiene 60 años formando parte de las noche buenas en diciembre.
María y José, también son hechos a base de madera, llevan también 60 años con la familia, siendo la madre de la señora Alicia Galarza, quien comenzó con la instalación de su nacimiento, conforme pasaron los años fue creciendo hasta hoy que tiene una medida de 6 metros de largo con 3.5 metros de ancho
Doña Alicia junto con su esposo Adrián Gutiérrez, comentan que las piezas que conforman este nacimiento provienen de Guadalajara y San Luis Potosí. Para ellos, significa un motivo más para seguir forjando sus lazos, su unión familiar y la tradición de su madre.
"Tenemos 60 años que se inició este tradiciones de mi mamá Sixta Calendario, ella ponía y ponía figuras, un hermano vino un día y trajo piezas de San Luis Potosí y luego mi mamá murió y seguimos colocando, en 20 años le hemos dado más sentido", explicó doña Alicia.
Comentó que el nacimiento ya se basa en pasajes bíblicos desde nacimiento de Jesús, hasta que huyó de Belén con sus padres a Jerusalén y José se dedicó a la carpintería.
Inicia su colocación en el mes de noviembre y a principios de diciembre esta terminado, cada año el pesebre cambia su forma, pero siempre en la misma esquina de su patio, la Familia Gutiérrez cambia cielo, colocan estrellas, la estrella de Belén, tiene riachuelos.
"Tengo dividido lo que es Belén, Jerusalén y Egipto, tardamos 20 días en instalar desde noviembre empiezan para que el 12 de diciembre esté listo que festejamos a la Virgen de Guadalupe", añadió.
El diablo no puede faltar para impedir a peregrinos lleguen a ver el nacimiento, pero también dan un punto particular de la zona conurbada, tiene Juancho en el río y un mapache.
Este 26 de diciembre organizan una posada a las 4 de la tarde, danzantes, entrarán con peregrinos y arrullaran al niño para adorarlo.