La propuesta para regular la música conocida como “narcocorridos” planteada en el Ayuntamiento de Cajeme, ha dividido opiniones entre la población, ya que hay quienes consideran que se promueve la cultura del delito y el enaltecimiento al crimen organizado, sin embargo, otros sostienen que se trata de un gusto musical al que tienen derecho.
Mauricio, un padre de familia de Ciudad Obregón, aseguró que dicha música es perjudicial para la juventud.
“Estoy de acuerdo en que se debe parar esa música, tiene mal mensaje y mala influencia a los jóvenes, que más bien necesitan un buen ejemplo”.
“Les afecta en la manera del pensamiento, la mentalidad, las cosas que ellos creen que es cool y yo creo que es algo negativo”.
Por otra parte, Mario, un vendedor de memorias USB con música incluida, señala que se gana la vida dignamente almacenando canciones del citado género musical, por lo que una eventual prohibición le afectaría en sus ventas.
“Yo digo que está mal porque muchas veces de ahí vivimos nosotros. Hay corridos, no tiene nada de malo”.
También hay quienes se dicen indiferentes y mantienen una postura neutral ante la prohibición de los corridos. Tal es el caso de Manuela, quien, sin aprobar la música, deja que sus hijos la escuchen.
“Cada quien su decisión de escuchar, a mí no me gustan”.
De esa forma el debate ha llegado a Sonora, sumándoselas a las entidades en donde se ha planteado la posibilidad de regular el contenido de las canciones.