“El arte limpia el alma del polvo del día a día”, decía Pablo Picasso, y en tiempos complicados como estos la pintura es la mejor terapia para los días difíciles.
Organizar un taller de pintura con tus hijos y sus amigos no es complicado pero requiere mucha organización y tiempo por lo que te damos algunas consideraciones.
¿Qué quieres hacer en el taller?
Si tu objetivo es enseñar a los niños a pintar con acuarelas, que aprendan de historia del arte, técnicas de pintura, o simplemente dejen correr la imaginación, debes pensar cuál es el objetivo del taller.
Si crees que puedes cubrir varios temas puedes organizarlos por días, es decir, un día toca pintura con acuarela, otro con gises y tercer día son materiales libres
Para enseñar hay que aprender
Si bien un taller infantil no debe convertirse en una academia de pintura, es importante que conozcas cuales son las técnicas que dominas mejor, así como tus temas predilectos.
De este modo no sólo podrás tener claro el calendario de temas y actividades -lo que incluye presupuesto-, sino también garantizas que todos se diviertan en el taller.
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Acomódate con la imaginación
Todo taller artístico está encaminado a entrenar la imaginación, así que un buen inicio sería pensar en sacarle provecho a todos los materiales que hay en casa antes de optar por comprar más.
La pintura tiene muchas variedades y formas por lo que es cuestión de buscar en los cajones todo lo que pueda darle un plus, como diamantina o papel de colores.
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