Estudiar va más allá de acumular conocimientos y habilidades que nos servirán en la vida profesional. La función de una escuela es desarrollar las habilidades cognitivas de sus alumnos.
Sin embargo, estamos acostumbrados a una forma de pensamiento lógico y lineal que muchas veces inhibe la creatividad, aunque esta cualidad sea fundamental para solucionar problemas y hasta para elegir carrera.
Por ello, autores como Edward de Bono y Robert Sternberg, promueven el pensamiento divergente para conseguir el máximo desarrollo escolar.
Cómo armar autos y naves con material reciclado
?? https://t.co/kyt5WlvKFk pic.twitter.com/tf6Lle55Sm — Grupo Fórmula (@Radio_Formula) July 15, 2020
Pensar diferente y diverso
El pensamiento divergente se define como la forma de pensamiento que no sigue una lógica o método establecido para llegar a una única solución, sino que analiza el objeto o fenómeno para conocer todas sus perspectivas y alternativas.
En otras palabras, el pensamiento divergente motiva a generar muchas ideas a partir de un concepto o enunciado con el fin de ejercitar la imaginación y la creatividad.
Los elementos que se consideran generales en este tipo de pensamiento son la fluidez para generar ideas, la flexibilidad para abordar cualquier tema, la originalidad y la elaboración, que consiste en la capacidad de ampliar una idea ya dada.
Beneficios
De acuerdo con un artículo de Manuel Zaragoza en el Heraldo de Aragón, los beneficios de desarrollar este tipo de pensamiento van desde una mejor adaptación y solución a los problemas, hasta el desarrollo de una carrera profesional plena.
Y es que el pensamiento divergente no es sólo arrojar cuantas ideas se nos ocurran, sino buscar todos los ángulos posibles ante una situación, lo que ayuda a adaptarse a tomar decisiones a consciencia.
Para promover el pensamiento divergente es bueno incluir a los niños en la solución de problemas, dejar que lo analicen y expliquen cómo lo realizarían.
Si se llega a equivocar o da ideas completamente inverosímiles, lo mejor es ilustrar por qué no es verosímil esa idea, más que descartarla, pues esto podría desmotivar a los niños.
Con información de El Heraldo de Aragón Te puede interesar: