El sur de Quintana Roo guarda muchos secretos para visitantes que buscan alejarse un poco de los grandes resorts que ofrece sobre todo el norte del estado, un claro ejemplo es Calderitas, que se ubica a tan solo unos minutos de la capital, Chetumal y que puede brindar a los turistas una experiencia inigualable de la mano de la gente local.
A tan solo 8 kilómetros al sur de Chetumal, se encuentra Calderitas, un encantador pueblo de pescadores que encierra historias ancestrales de los mayas que alguna vez dominaron esta región con su poder y sabiduría.
Este pequeño rincón, aparentemente modesto, se convierte en un destino imperdible para aquellos que buscan sumergirse en la autenticidad de la cultura caribeña y deleitarse con los tesoros que el mar tiene para ofrecer.
Al visitar esta zona podrías pensar que te encuentras en una colonia más de Chetumal, pero al percatarse de los detalles caribeños que ambientan este espacio te darás cuenta que no es así, las casas, con techos elaborados con palmas, proporcionan espacios frescos y sombreados los colores vibrantes y la arquitectura modesta crean un espacio acogedor que invita a explorar sus calles.
Te podría interesar
La joya gastronómica de Calderitas radica en sus restaurantes de mariscos. Con una vista impresionante, estos establecimientos ofrecen un festín para los amantes de los frutos del mar. Desde camarones frescos hasta langostas suculentas, pasando por exquisitos platillos de caracoles y pulpo, la variedad es amplia.
Cada restaurante tiene su propio menú y recetas, brindando una experiencia gastronómica única a los visitantes, quienes pueden tener la seguridad de que el platillo que deseen degustar, desde un pescado frito, camarones empanizados o un pescado tikin xiik es sumamente fresco.
La bahía de Calderitas no solo es un paisaje encantador, sino que también se ha transformado en un balneario natural, algunas áreas cuentan con sacos de arena que forman una playa artificial, ofreciendo a los visitantes un lugar para refrescarse y descansar mientras disfrutan de la serenidad del entorno, aunque esta parte es menos concurrida, añade un toque especial a la experiencia tranquila que el destino proporciona.
La curiosidad sobre el origen del nombre del pueblo lleva a una fascinante historia, ya que toma su nombre de las pequeñas calderas de barro descubiertas por los primeros habitantes de la comunidad, estos artefactos, eran utilizados por los mayas de la zona para cocinar utensilios de barro y llevar a cabo ceremonias.
Así que si en tu próxima visita deseas descubrir un tesoro escondido que combina la historia maya con la belleza natural y la deliciosa gastronomía, Calderitas te invita a explorar sus encantos, disfrutar de sus exquisitos sabores y sumergirse en la autenticidad de la cultura caribeña.