Pocos saben que Cancún además de sus playas y su vibrante vida nocturna también alberga una vasta cantidad de espacios naturales, con más de 700 parques y 200 áreas verdes, la ciudad se ha convertido en un referente en la preservación de la naturaleza. Entre estos espacios destaca el Ombligo Verde, una reserva ecológica clave que, junto con el Parque Kabah, es uno de los principales pulmones de la ciudad.
Ubicado en las Supermanzanas 33 y 34, el Ombligo Verde abarca 6.61 hectáreas en pleno centro de la mancha urbana de Cancún, su localización estratégica lo convierte en un espacio vital para la preservación del ambiente en una ciudad que ha crecido vertiginosamente en las últimas décadas.
Este parque, considerado entre los cinco ecológicos más importantes de la ciudad junto con el Parque Kabah, Malecón Tajamar, Parque Cancún y el Parque de la Equidad, es un refugio para la biodiversidad en una región donde el desarrollo urbano amenaza cada vez más los ecosistemas naturales.
Este espacio no solo es un área verde en medio de la ciudad, sino un símbolo de participación ciudadana, desde 1992, los vecinos han luchado contra diversos proyectos que amenazaban su existencia, como la construcción de una subestación eléctrica, un estacionamiento y hasta un recinto de gobierno municipal.
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Gracias a la organización y esfuerzo de la comunidad, estos planes fueron frenados y, en 2012, el Ombligo Verde fue oficialmente decretado como la primera zona de preservación ecológica municipal en Cancún.
Este decreto, publicado el 22 de octubre de 2012, estableció esta como un área natural protegida, con el objetivo de fomentar el turismo responsable, asegurar la calidad del aire y el agua, y preservar los ambientes naturales que albergan especies emblemáticas de la región.
Entre los habitantes de esta reserva destacan aves como la chachalaca y el cenzontle, así como árboles característicos como el guayacán y la ceiba, los cuales contribuyen a la biodiversidad de la zona.
Este es también un ejemplo de cómo el crecimiento urbano puede convivir de manera armónica con la naturaleza si se planifica de forma sustentable, la protección de este espacio se enmarca en una visión ambiental que busca mitigar los efectos del cambio climático, un desafío cada vez más presente en la región.
A 12 años de su decreto, el Ombligo Verde sigue siendo un espacio vital para los cancunenses, ofreciendo un respiro en medio de la ciudad y recordando la importancia de proteger los recursos naturales en las zonas urbanas. Su historia y su valor no solo están en la biodiversidad que alberga, sino en el compromiso de la comunidad para preservar este pulmón verde para las generaciones futuras.