Conoce el 'vino' y 'pozol' sagrado de los dioses; elixir de conexión espiritual maya

La ancestral cultura maya que habitó la península de Yucatán, dejó un legado que perdura hasta el día de hoy en los pobladores de la zona, sin duda alguna la conexión que tenían con la densa selva es algo que los caracterizaba, y desde luego que sus frutos, árboles y raíces se veían involucrados en las ceremonias en honor a los diferentes dioses, de estos productos obtenidos directamente de la naturaleza nacen dos bebidas sagradas como lo son el balché y el saká.

Balché: el “vino sagrado” maya

El balché es una bebida ceremonial que se elabora con la raíz del árbol del mismo nombre, de la cual se extrae una especie de almíbar el cual se vierte en jícaras o calabazos donde se mezcla con agua, miel melipona, canela, anís y pedazos de corteza que da como resultado esta bebida.

La mezcla fermenta y genera efectos de embriagantes, los cuales eran interpretados por los antiguos mayas como una conexión con sus dioses, tal vez por estos mismos efectos, en tiempos de la conquista, la bebida fue prohibida por los españoles, ya que consideraban sus efectos como obra del demonio.

Años después, una fuerte plaga de infecciones estomacales azotó a la población y entonces los conquistadores decidieron levantar la prohibición de esta bebida debido a que los habitantes mayas les informaron sobre los beneficios intestinales que poseía esta bebida, fueron los mismos españoles quienes lo bautizaron como “vino sagrado”.

Saká: “pozol sagrado”

Para la cultura maya el saká es utilizado como ofrenda a los dioses del monte (selva) y la milpa en la que se siembran los alimentos, es crucial en las ceremonias para pedir permiso a las deidades “dueñas” de ciertas zonas, en algunos casos conocidos como aluxes, también se usa para pedir al Dios Cháak (dios de la lluvia) abundantes lluvias para que los cultivos sean constantes y en gran cantidad.

Esta bebida es elaborada a base de maíz sancochado, que después se muele y añade agua, en algunos casos es endulzado con miel. La ceremonia se suele realizar directamente en el terreno en el cual se quiere “pedir permiso” y se ofrece a las deidades de la zona.

En caso de que no se realicen estos rituales, la creencia marca que los aluxes hacen “travesuras” a las cosechas, las cuales van desde dañar alguna de las siembras, hasta llenar de plagas los cultivos y que estos no puedan aprovecharse.

Sin duda alguna es importante preservar las tradiciones de la cultura maya y afortunadamente los descendientes directos de estos antepasados lo hacen con el balché y el saká, los cuales también pueden ser degustados fuera de los rituales, basta con visitar la zona maya de la Península de Yucatán y conectar con los dioses.