Fundado en 2009, el Museo Subacuático de Arte (MUSA) cuenta con más de 500 esculturas sumergidas en las cristalinas aguas del Caribe Mexicano, que forman parte de una colección en constante crecimiento. Las esculturas actúan como arrecifes artificiales, proporcionando un hábitat seguro para diversas especies marinas y fomentando el crecimiento de corales.
Roberto Díaz Abraham, presidente de MUSA, destacó que se requiere de una labor conjunta para lograr incrementar el número de piezas en el Museo Subacuático en beneficio del turismo, pero sobre todo de los arrecifes naturales.
La falta de recursos para realizar todos los estudios que se requieren para obtener los permisos con los que puedan proceder con el hundimiento de obras artísticas ha impedido el crecimiento del Museo Subacuático de Arte, por lo que ya están trabajando con el sector náutico para cumplir la meta, afirmó Roberto Díaz Abraham, presidente de MUSA.
Mencionó que algunas esculturas tienen que repararse porque al estar tanto tiempo en la superficie se han deteriorado o incluso han sido vandalizadas, pero una vez que tengan el permiso entre náuticos, parque marino y MUSA, podrán dar el seguimiento.
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Mientras tanto la afluencia sigue al alza, del millón de personas que visita el Parque marino, el 40% visita el museo, lo que significa un descanso para el arrecife natural.