Quintana Roo ha experimentado un crecimiento constante en la industria de bodas, con tasas de aumento anual que oscilan entre el 5% y el 6%, un crecimiento considerable que ha permitido mantener un promedio de tasas de ocupación superior al 70%, variando según el destino específico dentro del estado.
Javier Aranda, Director General del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, atribuye este éxito a las facilidades y condiciones de desarrollo que la región ofrece a los profesionales de la industria, condiciones que permiten la organización de eventos personalizados, diseñados para superar las expectativas de los visitantes.
El mercado estadounidense destaca como el mayor contribuyente, representando el 40% de las bodas celebradas en Quintana Roo, quienes tienen una estancia promedio de 3.2 noches en el destino. Por otro lado, el mercado nacional, encabezado por la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León, muestra una participación significativa, al igual que el mercado asiático, caracterizado por un mayor número de invitados asistentes.
La Riviera Maya ha logrado posicionarse como el epicentro de las bodas en México y a nivel mundial, sus playas de ensueño y servicios de alta calidad la han convertido en un lugar codiciado para parejas que buscan una boda inolvidable.
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Además, Tulum se ha destacado entre los cinco destinos más asequibles para bodas, mientras que Bacalar ha ganado popularidad gracias a los impresionantes paisajes naturales de la Laguna de los siete colores, convirtiéndose en un destino de moda para las parejas.
El estado de Quintana Roo no solo ha logrado captar la atención de parejas nacionales e internacionales, sino que también ha demostrado ser un líder indiscutible en el mercado de turismo de bodas, gracias a su gran oferta hotelera, única y atractiva para este tipo de eventos.