Las tortillerías en el estado están sufriendo el incremento constante de los costos de sus principales insumos. Algunos han tenido aumentos de hasta el 100 por ciento, en otros ha sido del 30 o el 50 por ciento, tales el caso en las refacciones, la energía eléctrica, las harinas, entre otros, afirmó Camilo Barrios Cabral, presidente de la Federación de Productores de la Masa y la Tortilla del Estado de Querétaro.
El líder del sector refirió que la disminución del costo de la tonelada de maíz no ha permitido mejorar la condición de este sector; y por eso, este tipo de negocios están operando con márgenes de utilidad cada vez más reducidos, ya que están absorbiendo los incrementos en los costos de sus insumos para producir y para evitar incrementar el precio del kilogramo de la tortilla.
El precio promedio del kilogramo de la tortilla es de 22 pesos en el estado; aunque hay negocios que venden este producto en 18 pesos y otros que llegan a ofertarlo hasta 26 pesos.
A ello se suma que durante la pandemia se perdieron en Querétaro 300 tortillerías, debido a la falta de consumidores, la mitad se reactivó, el resto no.
En tal sentido, comentó en la entidad hay mil 300 tortillerías de la cuales entre el 5 a 8 por ciento desaparece, al mes, y 3 a 4 por ciento de negocios de este tipo se crean por mes, la mayoría desparece debido al desconocimiento de este sector y a la fuerte competencia que existe.
En riesgo cosecha de maíz
Está riesgo de no haber cosecha de temporal en el estado este año de miles de hectáreas de maíz, frijol y forraje ante la falta de agua en los cuerpos de agua, afirmó el presidente del Frente por Querétaro, Francisco Perrusquía Nieves.
Una parte de esto se cosecha para el autoconsumo y otro se comercializa. La falta de agua en este año provocó que muchos productores del campo no hayan sembrado y ya es tarde para poder hacerlo, ya que se acerca la temporada de fríos.
"Estamos en el riesgo de que no se coseche ni maíz para grano ni forraje para las zonas temporaleras que son muchas en nuestro estado", lamentó Francisco Perrusquía.
Esto está provocando escasez de forraje, alimentación para el ganado y sea posible que los productores empiecen a vender sus hatos ganaderos, ante las dificultades para alimentarlos.
"Porque los venden baratos, nos quedamos sin ganado y después para hacer la repoblación del ganado cuesta mucho", dijo el líder del sector.
Lamentó que los principales vasos receptores, como la presa San Idelfonso en Amealco, la Constitución, la Venta, la Llave, entre otras siguen con poca agua almacenada, esto pese a las lluvias que se han presentado.
En ese sentido, dijo que esta problemática se está canalizando al gobierno del estado para poder obtener recursos que ayuden a mitigar esta situación. Los municipios de la sierra y el semidesierto son los más afectados.
"Los frijoleros de Cadereyta no sembraron frijol y no van a cosechar este producto en este año. Hablamos de miles de hectáreas que no podrían producir forraje, no producirán granos, ni siquiera para el autoconsumo", comentó.
A esta problemática, dijo el líder del sector, se le suma la falta de apoyo del Gobierno Federal, el cual recortó o eliminó programas para el campo.