El objetivo del gobierno de Querétaro es empezar la construcción del Acueducto III este año o lo más pronto posible porque la entidad no podrá esperar más de dos o tres años, debido a que se convertiría en un problema el abastecimiento de agua potable, informó el vocal ejecutivo de la CEA, Luis Alberto Vega Ricoy.
Además, el vocal explicó que se ha reunido en la Ciudad de México con directivos de CONAGUA y la CFE con la finalidad de que revisen el proyecto y le realicen las modificaciones que consideren.
“Estuve el miércoles pasado estuve en CONAGUA en la Ciudad de México, precisamente revisando temas de algunos cambios que estamos modificando; sin embargo, todo va muy bien con CONAGUA. Regresaré la próxima semana a CONAGUA a seguir con estos trámites”, dijo.
Incluso, el gobernador, Mauricio Kuri, ha referido que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ofreció su respaldo al proyecto, que se estima podría requerir una inversión de entre 6 a 8 mil millones de pesos.
Municipios beneficiados
Con el proyecto del Acueducto III se dotará de agua potable a un corredor de ocho municipios del estado: Cadereyta, Ezequiel Montes, Colón, El Marqués, Pedro Escobedo, Querétaro, Corregidora y Huimilpan, indicó el vocal de la CEA.
En el resto de municipios es donde hay más agua y en ellos se seguirá abasteciendo como se ha venido realizando hasta ahora, aunque la problemática en estos es que, aunque tengan más agua, es difícil llevarla a los domicilios debido a la lejanía y la dispersión de las comunidades.
El vocal comentó que, en términos generales en la zona metropolitana de Querétaro, incluyendo Huimilpan, Corregidora y El Marqués, la población consume cerca de 4.5 metros cúbicos por segundo de agua potable.
Agregando San Juan del Río y la Sierra se llega a un consumo cercano a seis metros cúbicos por segundo y dijo que con el proyecto del Acueducto III el objetivo es incrementar en 3 metros cúbicos por segundo más.
Actualmente, la CEA está haciendo algunos cambios al proyecto ejecutivo del Acueducto III debido a la petición hecha por la CONAGUA y la CFE. Las modificaciones consisten en regresar cierta cantidad de agua al pozo de oscilación de la Presa de Zimapán para no afectar la generación de energía.