A partir de 2023 el Gobierno del estado arrancará el cobro de impuestos ambientales, mismos que no son rentas ambientales o recaudatorios, por lo que se proponen tres mecanismos de compensación, informó el secretario de desarrollo sustentable del estado, Marco Del Prete Tercero.
Comentó que se trata de tres contribuciones que deberán hacer las empresas: el impuesto por emisiones a la atmósfera (Co2), el impuesto por la generación de residuos de manejo especial y el impuesto por la extracción de minerales no metálicos.
En ese sentido, detalló que las empresas que no puedan reducir sus emisiones de carbono (Co2) a la atmósfera podrán compensarlas a través de proyectos ambientales como reforestación y conservación de áreas forestales, reutilización de residuos y la sustitución energética a través de paneles solares.
“Los impuestos ambientales que se van a cobrar pueden reducirse a través de la generación de sellos de bajo carbono, es decir, las empresas que no puedan reducir sus emisiones de carbono pueden compensarlas a través de proyectos ambientales como la reforestación y conservación de áreas forestales, proyectos pecuarios que reutilicen residuos que generan los animales, la sustitución de electricidad por paneles fotovoltaicos, entre otros”; refirió.
Indicó que estos impuestos forman parte del Plan Ambiental del gobierno estatal, mismos que pretenden disminuir las emisiones de Co2.
Esto también porque México forma parte del Acuerdo de París al cual se suscribió, con el fin de disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera, la posición de las empresas a nivel mundial de compensar sus emisiones y descarbonizar la economía.
El funcionario recalcó que aquella empresa que no reduzca y/o compense sus emisiones tendrá que pagar la cantidad completa de los impuestos, que puede ser onerosa, pues el objetivo de la administración estatal no es recaudar, sino compensar las emisiones de Co2.
La Secretaría de Desarrollo Sustentable tiene identificadas alrededor de 500 empresas que, por sus procesos, generan y emiten a cantidad mínima de Co2.