Mientras el fútbol mexicano llega a una nueva pausa, esta vez justificada por la Fecha FIFA, el mundo del fútbol, el presente y el histórico, llevan a cabo el listado de jugadores que se convierten en figuras o leyendas. La entrega del Balón de Oro y la envestidura en el Salón de la Fama son dos eventos del fútbol mundial que reconocen y galardonan a los mejores futbolistas y ex jugadores. Por un lado, el Balón de oro, encumbra a las estrellasactuales, jugadores de las mejores ligas del mundo o elementos de las selecciones de mayor jerarquía; por primera vez en más de veinte años, ni Cristiano Ronaldo, ni Lionel Messi se encuentran entre los nominados al galardón que otorga la revista France Football, la primera inclusión de Ronaldo se remonta a 2004, fue el año pasado que Messi ganó su último balón dorado. Este año, Lamine Yamal es el nominado más joven, veintidós años menor que Cristiano; el nuevo astro blaugrana, que tuvo una brillante Euro 2024 coronándose con España, tenía dos años cuando Messi recibió su primer Balón de Oro.
Para el Salón de la Fama, las nominaciones fueron votadas en abril y el pasado martes se entregaron los reconocimientos con los que se envistió la decimosegunda generación; si el Balón de Oro reconoce a la actualidad del fútbol internacional, el Salón de la Fama honra a los futbolistas que hicieron historia en sus clubes y selecciones, dentro y fuera de México. La última envestidura incluye los nombres estrellas como Riquelme, Zamorano y Chilavert, tres jugadores latinoamericanos históricos. Entre los galardonados del fútbol mexicano se incluyó a cuatro que en su momento formaron parte de la Selección Nacional; Sinha, Bravo y Salcido incluso coincidieron vistiendo la casaca verde en Alemania 2006, Ricardo Peláez la vistió algunos años antes; Rodrigo ‘Pony’ Ruiz y Hernán Cristante completaron la lista.
La Fecha FIFA que al Apertura 2024 llega en un momento que no parece el mejor para dar continuidad después de la pausa de un mes del torneo mexicano, pero resulta en la primera oportunidad para ver de qué tratará esta nueva versión de la Selección Mexicana; la primera tarea del nuevo cuerpo técnico es mejorar la confianza, pero lo más importante es regresarle el gol a un equipo que en sus últimos seis partidos solo anotó cuatro goles y tres veces terminó el partido sin que se lograra anotar; de esos cuatro goles, solo uno lo convirtió el centro delantero. La personalidad del equipo mexicano se nota disminuida, una de las cualidades de Aguirre es propiciar que los jugadores bajo su mando puedan desplegar su mejor versión; la motivación y la experiencia son dos piezas claves de esta nueva etapa en la que Rafa Márquez cumplirá con el papel de heredero al banquillo, si algo sale como lo planeado, pero si en el fútbol nada está escrito, en el mexicano se pueden esperar sorpresas.
Uno de los grandes obstáculos que ha tenido el fútbol mexicano a nivel de Selección, es que, con el afán de llenar la caja registradora, desde hace años los partidos y rivales que el Tricolor enfrenta son determinado por las utilidades que pueden dejar, es decir si un equipo de jerarquía internacional resulta muy caro, no es rentable, en cambio una selección de CONCACAF o de Oceanía puede resultar en ganancias al no ser tan costoso el pacto de partido; si a esto le sumamos estadios llenos, en Estados Unidos donde se paga en dólares, el negocio es mayúsculo. Una necesidad para el reposicionamiento del fútbol mexicano en el plano internacional, es la posibilidad de que el equipo mexicano juegue partidos contra selecciones que se encuentren en lo alto del ranking mundial.
Sin importar el rival, la Selección Nacional necesita resultados para poder tranquilizar su entorno; las equivocaciones han sido muy visibles y los intentos por apagar los fuegos necesitan cada vez más recursos. Un interinato que se presentó muy a la mano, ahora fue corregido llamando a nombres que pesan por su trayectoria y liderazgo; el Mundial 2026 se encuentra muy cerca, es tiempo de ver si se puede enderezar el curso del barco en el que navega el fútbol mexicano o ni regresando a un técnico experimentado hay salida cuando el problema es de raíz. Los límites con los que el futbolista mexicano se encuentra como obstáculos, han alcanzado a la Selección Mexicana cuando ésta se nutre de ese talento que le cuesta tanto trabajo sobresalir y mantenerse.