Cómo pasó el tiempo sin que nos diéramos cuenta, es pregunta o quizá reproche: jóvenes se volvieron adultos y adultos devinieron viejos. Niños que nacieron en aquella época ahora se encaminan a la adolescencia; están por dejar la primaria. Parejas se separaron o, por el contrario, ellas y ellos encontraron nuevos amores: tal vez los definitivos. Se perdieron inocencias, individuales y colectivas. El mundo dejó de ser el mismo con una intensidad que sólo se vivió en las primeras décadas de siglo pasado. De 2004 a 2014 no fue tan severa la sacudida como la década subsecuente.
Hace 10 años nadie esperaba que Donald Trump fuera presidente... ni que para Andres Manuel López Obrador la tercera iba a ser la vencida. Los británicos aún eran parte de la Unión Europea y no había T-MEC, sino TLCAN. La Reina Isabel II, Chabelo y Juan Gabriel seguían vivos. Enrique Peña Nieto era la portada de Time porque estaba salvando a México. Nadie sabía qué era el COVID-19 y sus futuras víctimas aún despertaban cada mañana sin saber que pocos años después morirían. Nadie imaginaba hace dos lustros que íbamos a tener a nuestra primera mujer presidenta y que sería la más votada de la historia. Hace 10 años nadie sabía que esa misma noche nos iban a faltar 43 jóvenes para siempre.
10 años de Ayotzinapa
La desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, marcó un punto de inflexión en la historia reciente del país. Este caso ha sido ampliamente discutido a nivel internacional y ha generado una gran indignación, tanto en el territorio nacional como allende las fronteras, no sólo por la brutalidad y el misterio que lo envuelven, sino también por lo que revela sobre las fallas institucionales en México.
Este hecho también marcó el principio del final del PRI y de la presidencia de Peña Nieto, que dos años antes habían triunfado electoralmente bajo la promesa de que ellos, a diferencia del PAN, sí sabían gobernar, además de que ya eran un nuevo partido, distinto al priismo que gobernó siete décadas antes. Luego salió, en plenas protestas por los normalistas, el escándalo de la Casa Blanca de la primera dama. Y luego llegaron las revelaciones sobre la corrupción monstruosa de los gobernadores Borge y los Duarte.
El priista titular del Ejecutivo ya no se pudo recuperar... y eso allanó el camino para que, cuatro años después de la tragedia, López Obrador, su antiguo adversario, obtuviera la victoria en las urnas. Ahora ya también se va él, este último, sin tampoco haber cumplido la promesa de encontrar a los jóvenes normalistas. Será su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien ahora deberá resolver el caso.,
Las Normales Rurales en México fueron fundadas con el propósito de educar a maestros que trabajarían en áreas rurales, promoviendo la educación y el desarrollo. Ayotzinapa es una de estas instituciones, conocida por su activismo estudiantil y su enfoque en la justicia social, lo que ha generado tensiones a lo largo de los años con las autoridades estatales y federales.
Guerrero es un estado que ha enfrentado numerosos problemas sociales y económicos, que incluyen altos niveles de pobreza, violencia y corrupción. La influencia del narcotráfico y las disputas entre grupos delictivos han exacerbado los problemas en la región, creando un contexto de inestabilidad y violencia creciente.
¿Qué pasó el 26 de septiembre de 2014?
La noche del 26 de septiembre de 2014, estudiantes de Ayotzinapa se dirigieron a Iguala para recolectar fondos y tomar autobuses que los llevarían a una manifestación en la Ciudad de México. Fue entonces cuando fueron atacados por la policía municipal, en un conflicto que resultó en la desaparición de 43 estudiantes. La versión oficial inicial sugirió que estos fueron entregados a una organización criminal local, Guerreros Unidos, y luego asesinados, pero esta explicación ha sido ampliamente cuestionada.
El Gobierno mexicano presentó lo que llamó "la verdad histórica", que fue rápidamente refutada por organizaciones de derechos humanos y expertos internacionales debido a la falta de evidencia concluyente y las irregularidades en la investigación
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y otros organismos internacionales asumieron un papel crucial en la supervisión del caso, revelando inconsistencias y sugiriendo posibles encubrimientos a nivel oficial. Sus informes señalaron deficiencias en el manejo de la evidencia y sugirieron que los estudiantes podrían haber sido víctimas de un operativo más complejo y de mayor escala.
La desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa reveló la profundidad de la corrupción, la violencia y la impunidad en México. El caso intensificó el debate sobre los derechos humanos, la seguridad pública y la colusión del Gobierno con el crimen organizado.
La indignación pública se tradujo en protestas masivas tanto en México como en el extranjero, donde miles exigieron justicia y llevaron el caso a la agenda internacional de derechos humanos. Las consignas como "¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!" se convirtieron en símbolos de un movimiento más amplio por justicia y cambio.
A una década de los incidentes, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue siendo un caso abierto y doloroso. La lucha por verdad y justicia continúa. Porque, aunque 10 años después seamos un poco más viejos y el mundo sea distinto, la noche de Iguala se seguirá sintiendo como aquel entonces: nunca dejará de doler, así pasen los lustros y las décadas. Siempre nos faltarán 43 jóvenes.