Londres, Reino Unido.- En este país y alrededor del mundo la noticia económica más comentada es la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, el miércoles, de reducir en 50 puntos base o 0.5 puntos porcentuales la tasa de fondos federales de referencia, de 5.5% a 5.0%, abandonando así su agresiva estrategia de enfriar la economía estadounidense y reducir la inflación.
La Fed anunció que es probable que reduzca otros 50 puntos base este año.
La medida tiene repercusiones significativas para la economía estadounidense, mundial y mexicana.
En EEUU la medida reducirá los costos de endeudamiento para los consumidores. Se espera que bajen las tasas hipotecarias, los costos de los créditos automotrices y los intereses de las tarjetas de crédito. Esto fomentará la circulación del dinero, promoverá el consumo individual y corporativo y disminuirá el riesgo de una posible recesión.
Sin embargo, la decisión no está exenta de peligros. Las proyecciones indican un posible aumento en la tasa de desempleo del 4% al 4.4%, lo que podría generar preocupaciones en el mercado laboral de EEUU.
En cuanto a México, el impacto fue inmediato en el mercado cambiario. El mismo miércoles el peso se depreció 0.80%, pasando de 19.06 a 19.26 pesos por dólar y ayer cerró en 19.2829. No obstante, si la Fed sigue reduciendo sus tasas es posible que a largo plazo el peso se fortalezca nuevamente.
El panorama para los flujos de capital de México es particularmente interesante. Tras una salida de 8,233 millones de dólares en el segundo trimestre de 2024, la nueva política monetaria estadounidense podría revertir la tendencia, haciendo que los activos mexicanos, especialmente los bonos gubernamentales, resulten más atractivos para los inversionistas extranjeros.
Sin embargo, no deben olvidarse los factores internos que podrían contrarrestar los beneficios potenciales de la reducción de tasas en EEEU. La incertidumbre política y las controvertidas reformas constitucionales en México, sobre todo la judicial, podrían disuadir a algunos inversionistas, a pesar del diferencial de tasas más favorable.
En el ámbito comercial, un dólar más débil beneficiará a las exportaciones mexicanas, ofreciendo una oportunidad para reducir el déficit comercial de 5,570 millones de dólares registrado en los primeros siete meses del año.
El Banco de México deberá tomar decisiones. Se prevé que reduzca su Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE) del 10.75% al 10.25% antes de que finalice este año y al 8.25% en 2025, buscando estimular la economía y al mismo tiempo controlar la inflación, que en agosto fue del 4.99%.
En conclusión, el recorte en la tasa de interés de la Fed presenta para México un escenario de oportunidades y retos. Desde la atracción de capitales y el impulso a las exportaciones, hasta las presiones sobre el tipo de cambio y la política del Banco de México, el país se enfrenta a un panorama económico complejo. El éxito dependerá de la capacidad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum para implementar políticas fiscales acertadas, mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar el estímulo en la economía de EEUU. La manera en que el país enfrente esta realidad será determinante para su desempeño en los próximos años.
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