Cada 9 de agosto, el mundo celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una fecha establecida por las Naciones Unidas en 1994 para reconocer la riqueza cultural y lingüística de las comunidades indígenas. En este contexto, el INEGI presentó ayer sus Estadísticas a Propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que revelan datos importantes sobre la situación de los hablantes de idiomas indígenas en el país.
En 2023, 7.4 millones de personas de 3 años y más hablan algún idioma indígena, lo que representa el 5.9% de la población en este rango de edad. De ellos, el 52.4% son mujeres y el 47.6% son hombres. Es preocupante que el 35.1% de estos hablantes tienen 50 años o más, mientras que solo el 15.1% son menores de 15 años, lo que indica que estos idiomas están siendo hablados cada vez más por personas mayores y menos por las nuevas generaciones. En 2000, 6,044,547 personas de cinco años y más, o el 7.1% de la población en ese rango de edad, hablaban algún idioma indígena. Aunque el número absoluto de hablantes aumentó a 7.4 millones en 2023, el porcentaje relativo de hablantes respecto a la población total ha ido disminuyendo.
Se estima que, desde 1924, han desaparecido aproximadamente 282 idiomas indígenas en México, reflejando una pérdida significativa de la diversidad lingüística del país. Antes de la conquista española, el país contaba con alrededor de 350 idiomas indígenas. De los idiomas que han sobrevivido, solo 68 permanecen activos hoy en día, con los tres más hablados siendo el náhuatl, el maya y el tzeltal.
Estos idiomas no están distribuidos uniformemente en todo el país. Estados como Oaxaca, Yucatán, Chiapas, Quintana Roo y Guerrero tienen los mayores porcentajes de hablantes, con Oaxaca a la cabeza con un 27.3%.
La educación es otro ámbito donde las comunidades indígenas enfrentan grandes desafíos. Un 23% de los hablantes de estos idiomas no acabaron la primaria, y un 20.9% de las mujeres y un 14.7% de los hombres no tienen escolaridad. Además, el 86% de los hablantes residen en la misma entidad donde nacieron, lo que refleja una baja movilidad geográfica, social y económica.
Con una población mayoritariamente adulta y una tasa de natalidad que no asegura su continuidad, si no se toman medidas urgentes casi todos estos idiomas podrían dejar de hablarse en unos 25 años. Este cálculo se basa en la esperanza de vida y la falta de transmisión intergeneracional.
Para revertir esta tendencia, es crucial implementar diversas acciones: 1. Desarrollar programas educativos bilingües y biculturales que incluyan la enseñanza de idiomas indígenas; 2. Realizar campañas para promover el orgullo por los idiomas indígenas; 3. Crear diccionarios, archivos sonoros y audiovisuales de estos idiomas para su preservación; 4. Desarrollar políticas que apoyen la revitalización de los idiomas indígenas en todos los ámbitos; 5. Utilizar plataformas digitales para difundir materiales educativos y promover el uso de estos idiomas, y; 6. Financiar y apoyar proyectos comunitarios que busquen su preservación.
Los idiomas indígenas son un patrimonio cultural que enriquece la diversidad y la identidad de México. Su preservación y la promoción de su uso es un reto para toda la sociedad.
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