Resulta difícil de comprender cómo fue la negociación entre la Liga Mx y la MLS para acordar el formato de Leagues Cup, ese en el que todos los clubes mexicanos juegan con la desventaja que provoca estar viajando por la Unión Americana para cumplir con cada partido del calendario. Los jugadores, por más profesionales que sean, resienten físicamente estos traslados y para el tercer o cuarto viaje, los músculos, el ánimo y la disposición no responden igual. Alguien, en el lado de la mesa de la liga mexicana no cuidó el producto propio, el fútbol mexicano, y lo dejó descobijado para que, en dos fases de la Copa de las Ligas, quede evidenciado con solo dos representantes sobrevivientes de la liga de este lado de la frontera; América, que no jugó la fase de grupos que, aunque tuvo partidos amistosos y complicados frente a equipos de Premier League, no tuvo un desplazamiento y una exigencia que le desgastara en demasía; Mazatlán es el otro conjunto con vida en el torneo interligas, que perdió su primer encuentro contra New England y parecía que sería otro de los equipos mexicanos en despedirse temprano de la competencia, pero mejoró para eliminar a dos equipos estadounidenses, en fase de grupos y dieciseisavos de final, y a Cruz Azul, en octavos de final, la Máquina había vencido al conjunto mazatleco en la primera fecha del Apertura y para el enfrentamiento de Leagues, Vucetich adelantó que esta vez el resultado sería diferente y lo cumplió, después de llevar el partido a tanda de penales.
Los clubes más populares de nuestro fútbol y los económicamente preponderantes dejaron una participación para el olvido en esta edición de la copa entre las dos ligas de Norteamérica; Chivas, eliminado en la primera fase; Pumas, humillado por segunda vez frente a Seattle, que ya le había vencido en una final de Liga de Campeones CONCACAF, y que ahora le aumentó la dosis cuatro a cero; Cruz Azul sin eficacia desde los once pasos, menos mal eliminado por un club mexicano. Los equipos de Liga Mx con una cartera poderosa también terminaron la competencia sin poder destacar su participación; Monterrey perdió sus dos partidos de la primera etapa, como consecuencia, el banquillo técnico sufrió un cambio abrupto; Tigres, llegó a octavos de final, pero fue eliminado en esa instancia por NYC FC sin poder asimilar, una vez más, adecuadamente la derrota y con un conato de bronca al final del partido; Toluca, que parecía un equipo mexicano firme para continuar en la competición, también regresará a casa antes de lo programado, al caer frente a Colorado en octavos de final.
Si League Cup es un torneo plenamente comercial, el producto más descuidado es el fútbol mexicano; ni en eso se han podido anotar un triunfo los encargados de la Liga Mx, que presumen los números en el torneo local, pero que a la hora de rendir cuentas de la participación de los clubes de la liga en un torneo fuera de las fronteras, no pueden entregar los alegres números previstos cuando la mayoría de sus activos vuelven a casa tras dos o tres partidos, sin recaudar lo programado en entradas a los estadios. En caso de que el torneo interligas tenga realmente intenciones deportivas, tendrían que avisar a los equipos mexicano, para que tengan un mejor desempeño que les haga llegar en mayor número, por lo menos, a instancias más cercanas a la final.
El formato de Leagues Cup, si se pretende continuar con el torneo, debe cambiar para ofrecer una competencia más equilibrada, sin tantas ventajas para los equipos locales; se entiende que lo más importante es recolectar dólares jugando en Estados Unidos, pero a costo del prestigio del fútbol mexicano, lo que parece un precio muy alto, un intercambio injusto. Ahora, todas las esperanzas de la Liga Mx están puestas en lo que puedan hacer América y Mazatlán; en la anterior edición de Leagues Cup el equipo que terminó en mejor posición fue Monterrey, que ocupó el cuarto lugar. Las posibilidades de los actuales sobrevivientes de la liga mexicana están en el aire, a pesar de que América es un conjunto ganador en el torneo local, la competencia interligas puede ser la que haga ver la suerte de todo el fútbol mexicano, incluyendo a su máximo ganador; Mazatlán ha mejorado a vista de todos, la gestión de Vucetich es corta por lo que es complicado vaticinar su permanencia en la competencia.
Los negociadores, impulsores, de Legues Cup del lado mexicano, deberían estar muy preocupados ante la caída, como fichas de dominó, de los clubes de Liga Mx; por supuesto que no esperaban resultados tan adversos. Al momento, no hay justificación deportiva, que sostenga esta competencia para siguientes ediciones; pero se esperará a hacer el cierre de caja para contar una historia alrededor de los números en la que se pueda maquillar el papelón de la Liga Mx como conjunto ante la MLS.