Cada que el torneo mexicano termina, los aficionados al fútbol nos quedamos con una resaca futbolera importante; la liguilla genera altas emociones de las que es difícil bajar, sobretodo cuando nuestro equipo favorito se queda en el camino, ya sea en cuartos o en la misma final. Esta época del año tiene eventos que nos rescatan de la extrema sed, la final de la Europa Champions League resulta una fuente en donde todos los aficionados a este deporte pueden llegar a saciar la necesidad de buen fútbol. El pasado sábado se pudieron disfrutar, no solo una, pero sí dos finales continentales en las que el buen espectáculo fue el ingrediente principal. La primera, en Europa, en una plaza mítica, histórico en el fútbol; en el barrio de Wembley, Londres, se construyó en 1923 un estadio que alojara los mejores eventos deportivos y futbolísticos en Inglaterra; desde finales de las distintas copas que se juegan en ese país, fue sede de Juegos Olímpicos, Mundial y Copas de Europa hasta el punto de adquirir el sobrenombre de La Catedral de Fútbol; en 2002 fue demolido, para construir un nuevo estadio con amenidades acordes a la modernidad.
Esta vez, Wembley recibió a los dos mejores equipos de la edición 2023-2024 de la Europa Champions League; Real Madrid y Borussia Dortmund llegaron a la cita después de un desempeño distinto en la fase de grupos, pero casi impecable en los partidos de eliminación directa a partir de octavos de final. Real Madrid ganó cada uno de sus partidos en la primera etapa del torneo, seis de seis, terminó, claramente, en el primer lugar de su grupo, siendo el tercer equipo con más anotaciones, empatado con Arsenal; mientras que el conjunto de Dortmund, aunque también terminó en el primer lugar de su grupo, solo ganó tres partidos, en esa fase. A partir de los octavos el desempaño de los dos equipos solo fue al alza; el club alemán tuvo un par de pequeños tropiezos, un empate con PSV y una derrota contra el Atlético de Madrid en cuartos de final, pero de los que se pudo recuperar anotando una buena cantidad de goles en los encuentros de vuelta; Real Madrid tuvo un torneo casi perfecto, el único resultado más o menos adversos fueron los empates contra Manchester City en cuartos, que el conjunto merengue ganaría en penales, y el empate en la ida de semifinales contra Bayern Munich, pero Real Madrid no perdió un solo partido en toda la competencia, así se forjó su camino hacia la 15ava orejona.
Después del partidazo en Wembley, en el que Real Madrid confirmó su estirpe de equipo gigante, en cada partido que se vio abajo en el marcador o superado por el fútbol rival, tuvo los argumentos necesarios para recuperarse y poner el resultado a su favor, llegó la final de la Copa de Campeones de CONCACAF. El partido enfrentaba a dos equipos que representaban el fútbol de sus respectivas ligas; Pachuca, representando a la Liga Mx y Columbus Crew a la MLS. El equipo estadounidense había dado cuenta de los equipos de Nuevo León en cuartos y semifinales; Rayados y Tigres son dos de los clubes con mayor cartera en el fútbol mexicano, pero Columbus Crew despachó a cada uno en su propio estadio, a Tigres en tanda de penales y a Monterrey por medio de un marcador abultado, global 5-2 a favor del equipo amarillo y negro. Pero Pachuca es una anormalidad en el fútbol mexicano, juega con una mayoría de elementos menores a 25 años y tuvo un apuntalamiento importante haciendo contrataciones con un ojo clínico; Rondón, Idrissi, Deossa y chaka Rodríguez arroparon de gran manera a la juvenil plantilla hidalguense.
Pachuca pone el ejemplo en el fútbol mexicano, y no es reciente, mucho menos casualidad; como institución el club tuzo ha apostado, casi desde su regreso a Primera División, por formar jóvenes y prepararlos para la alta competencia; es uno de los equipos mexicano que más jugadores ha exportado al fútbol internacional en los últimos años y es un constante enriquecedor de la Selección Nacional con los talentos ahí formados. Esta es su sexta copa de CONCACAF, ahora con el gran premio de asistir al Mundial de Clubes. La proyección internacional del club supera, las intenciones de otros clubes mexicanos con mayor capacidad económica que a veces se conforman solamente con ganar la liga local. Pachuca muestra el camino para confiar en el talento nacional y no exagerar en la contratación de jugadores foráneos para engrosar su plantel.
Dos finales en distintos continentes, las dos reafirman la realidad de cada liga, mientras en Europa, Real Madrid es un equipo gigante, en CONCACAF, Pachuca marca el camino que el fútbol debe tomar, apostar por la juventud y el talento hecho