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No hubo marea rosa... sino tsunami guinda: se viene el Plan C

La oposición no sólo no recuperó terreno, sino que queda peor parada que en el 2018.

Créditos: Cuartoscuro
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¿Alguien anotó las placas?... Esto deben decir al interior de la oposición luego de que fueron arrollados por el ferrocarril electoral morenista. Claudia Sheinbaum no sólo ganó, sino que arrasó: será la primera presidenta de México y la más votada, por mucho, pues se encamina a superar los 30 millones de votos que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en 2018.

La Ciudad de México, que se perfilaba como una contienda cerrada, fue retenida por la Cuarta Transformación con una holgada distancia de más de 9 puntos, de acuerdo al conteo rápido de la autoridad electoral. Además, obtuvo triunfos en Morelos, Puebla, Chiapas, Tabasco, Veracruz, además de que perfila arrebatarle Yucatán al PAN, que se queda con su bastión Guanajuato, mientras que Movimiento Ciudadano se afianza en Jalisco.

Pero el tsunami guinda no termina ahí, todo lo contrario. Según las proyecciones del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena y sus aliados el Verde y el Partido del Trabajo tendrán un aproximado de, al menos, 346 curules, por lo que se superan los 334 requeridos para obtener la mayoría constitucional.

Ergo, la Cuarta Transformación se encamina a poder llevar a cabo su famoso Plan C, que contempla, principalmente, una reforma judicial que transforme a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la posibilidad de que los ministros sean elegidos mediante el voto directo de la ciudadanía.

Además, podrá realizar una reforma electoral que contemple la eliminación de los diputados de representación proporcional, también conocidos como plurinominales. Nos guste o no nos guste, la gran mayoría de las y los mexicanos expresó en las urnas un apoyo masivo al proyecto obradorista y sus propuestas de reformas legislativas.

La oposición no sólo no recuperó terreno, sino que queda peor parada que en el 2018. Tendrán menos gobernadores y menos legisladores de los que tenían hace 3 y 6 años.

También queda sin figuras fuertes y sin un proyecto de nación solido que pueda competirle al morenismo, que ahora pasará del obradorismo al claudismo. En vez de las campañas sucias y de ataques y acusaciones, debieron enfocarse a manufacturar una alternativa viable a la Cuarta Transformación. 

La política nacional cambiará abruptamente a partir de hoy. El poder de AMLO comenzará a disminuir, en pos del surgimiento de su sucesora, con la que cogobernará de aquí hasta el último día de septiembre.

Movimiento Ciudadano logró una presencia decente en el Congreso desde la cual puede impulsar proyecto de cara al 2027 y al 2030. El PRI y el PAN deberán de repensar su alianza, pues sin el tabasqueño en la silla presidencial ya no los unirá el antiobradorismo. Ahora deberán aprender a convivir y hacer política con una nueva presidenta.

También deberán aprender que la población no quiere regresar al pasado. Estarán obligados a pensar un proyecto de nación a futuro que tenga como base las demandas históricas a las que les dio voz el morenismo.

¿Y el PRD? Agoniza.

Tsunami guinda ahogó a la marea rosa.