Estamos a poco más de veinte días para el inicio del torneo de selecciones más antiguo del mundo; la Copa América tuvo su primera edición en 1916 para celebrar el centenario de la independencia argentina, a lo largo del siglo XX el torneo fue moldeándose hasta llegar al formato actual en el que participan las diez selecciones de fútbol profesional de América del Sur, junto con un par de selecciones invitadas, regularmente de CONCACAF. México y Estados Unidos fueron las primeras selecciones invitadas en 1993 en Ecuador, donde la Selección Mexicana tuvo una gran participación que le alcanzó para jugar la final frente a Colombia; el Tri quedaría en el segundo lugar, uno de las posiciones con mayor prestigio que ha conseguido el equipo en una justa internacional. Desde entonces México ha participado recurrentemente en el torneo que organiza CONMEBOL, repitiendo un segundo lugar en 2001 y ganando el partido por el tercer lugar en tres ocasiones, 1997, 1999 y 2007. También es el torneo en el que la selección sufrió la peor derrota de su historia, en el año del centenario de la Copa América, el conjunto mexicano cayó siete goles a cero contra Chile, una derrota que resultó muy complicado de digerir, hasta la fecha.
Para esta edición del torneo continental, México iniciará su preparación jugando contra tres selecciones que representan los distintos estilos de juego sudamericanos, Uruguay, Bolivia y Brasil, serán os sinodales para una versión renovada de la Selección Mexicana. La convocatoria de Jaime Lozano para este compromiso tiene serias diferencias con el cuadro que armó para la final de Nations League, en donde otra derrota contra Estados Unidos puso en entredicho a los jugadores que han sido base del conjunto mexicano desde hace varios años; esta vez no han sido llamados Ochoa, Raúl Jiménez ni Hirving Lozano, los tres acusan un momento complicado en sus carreras, por lo que parece que ha iniciado el recambio generacional en el tricolor. Otro jugador que quedó fuera de la convocatoria fue Henry Martín, aunque el delantero de América fue clave con goles en la liguilla para conseguir el campeonato para su club, durante el semestre tuvo complicaciones físicas que le impidieron tener un desempeño parejo durante todo el Clausura 2024. Ante la ausencia de los dos delanteros que han sido preponderantes en las convocatorias, Jiménez y Martín, se espera que, por fin sea Santiago Giménez el delantero titular, después de haber tenido un gran año con Feyenoord en Países Bajos.
La Copa América será fundamental para iniciar el proceso de preparación de cara al Mundial de 2026, en el que México será anfitrión conjunto; es muy importante para el actual técnico, Jaime Lozano, que el equipo realice un buen papel. Los directivos del fútbol mexicano ya han cortado procesos en momentos de crisis, cuando, según su apreciación el equipo pasa por momentos en los que peligra, sobre todos, su relación con marcas y patrocinios debido aun bajo rendimiento. Por el banquillo de la selección han pasado técnicos que solo duraron dos o tres partidos, con malos resultados, sí, pero que no tuvieron oportunidad de recomponer el rumbo, incluso el actual técnico llegó a la dirección de la selección con la etiqueta de interino, que se ha ido difuminando, pero que, conociendo las formas, no tardarían nada en volverla a colocar para hacer a un lado el proyecto y llamar a algún emergente.
El llamado de jugadores a la selección se ha complicado ante la crisis de talentos que existe actualmente en nuestro fútbol, ya no se cuenta con un número importante de elementos jugando en ligas de mayor jerarquía que la local, cuando hasta el Mundial de 2018 la mayoría del cuadro base eran jugadores que participaban en equipo europeos, ahora solo son seis que apuntalan a los que participan en la Liga Mx. Sin restar el mérito de los actuales convocados, el tiempo de la generación dorada que participaba mayormente en Europa, ha pasado sin logros significativos; la Selección Nacional tiene que recurrir de nuevo a las raíces en donde es la liga local la que alimenta a la Selección Mayor. Es tiempo de disipar dudas, de cerrar filas y de demostrar que el fútbol mexicano y su liga son capaces de producir futbolistas que estén a la altura de los compromisos internacionales que se atraviesan en el camino rumbo al Mundial de 2026.