El sexenio llegó a su ocaso. Y mientras los días de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador entran a un periodo de agonía, como pasa en todos los gobiernos del planeta, como pasa en la vida misma, viejos rivales del morenismo comienzan a resurgir.
Así como los tiburones que huelen la sangre o los leonas que hallan a la presa herida o vetusta en la sabana, antiguos políticos rivales del régimen, largamente exiliados en el extranjero o el ostracismo, valga la redundancia, han empezado a asomar la cabeza y hacer un esfuerzo final para evitar que la autodenominaba Cuarta Transformación gobierne al país durante seis años más.
El principal de este desfile de reapariciones es el ex presidente Ernesto Zedillo: parangón del neoliberalismo en México, que regresó a territorio nacional para encabezar una ponencia junto con el ex mandatario español José María Aznar.
Ambos se han dedicado a advertir, en los últimos tiempos, el declive de las democracias en el planeta. Aunque ellos mismos han tenido responsabilidad en ello. Véase Acteal; véase Irak.
En su intervención, Zedillo aprovechó, como habría de esperar, para meterle un tallón al titular del Ejecutivo: ‘Quien no sabe nada insulta a otros diciéndoles neoliberales', dijo. Una clara referencia a López Obrador.
Otra de las reapariciones sorpresivas es la de Aurelio Nuño: el antiguo hombre fuerte de Enrique Peña Nieto, que pasó al olvido tras los sucesos de Nochixtlán en 2016.
En algún momento fue presidenciable, una de las manos derechas del ex residente de Los Pinos. Él tuvo en sus manos el golpe final de la Reforma Educativa, pero la jugada le salió mal, y terminó provocando la muerte de la misma.
Ahora, Nuño, que había vivido los últimos años en Estados Unidos, enfocado en actividades académicas, retorna a su nación natal para pelear por una curul en San Lázaro.
Justo en ese mismo recinto, otra de las piedritas en el zapato del obradorismo luchará por un lugar. Así es, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, dolor de cabeza del presidente y de su ex titular de la UIF, Santiago Nieto, está en las listas de diputaciones de la alianza opositora.
Lejos quedaron los días en los que Morena buscó desaforarlo fallidamente. El tamaulipeco será una figura protagónica en la siguiente legislatura.
Y la cereza en el pastel: Manlio Fabio Beltrones, que promete volver al Senado en un cuadrilátero como los de antaño.
La oposición está sacando la artillería pesada, a sus mejores cuadros. Se vienen tiempos interesantes.