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Nace la Sheinbaumanía... ¿frenó a la Xochitlmanía?

La unción de Sheinbaum logró frenar (al menos momentáneamente) a la llamada Xochitlmanía, quien los últimos días pasó a un segundo plano en la agenda nacional.

Créditos: Cuartoscuro
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Claudia Sheinbaum tiene motivos para estar tranquila y emocionada.

Su nominación como futura candidata presidencial de Morena, bajo el eufemismo de coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, ha despertado bastante entusiasmo entre la militancia del partido y las y los ciudadanos simpatizantes del obradorismo.

Allá por donde se para la ex jefa de Gobierno, se le rodea con porras masivas, coros y fiesta. Algo que recuerda a las estampas de hace 6 años, cuando Andrés Manuel López Obrador era candidato. Guardando distancias, obviamente, pues el tabasqueño ha sido un fenómeno histórico de popularidad que no se verá en décadas.

El destape causó tal aspaviento que captó la atención de la prensa internacional, la agencia Reuters, por ejemplo, la pone como la gran favorita del 2024, lo mismo que el Washington Post y el New York Times, que destacaron que, por primera vez, México está a punto de tener una mujer a cargo del Ejecutivo Federal.

Además, lo más importante para la 4T, la unción de Sheinbaum logró frenar (al menos momentáneamente) la llamada Xochitlmanía, quien los últimos días pasó a un segundo plano en la agenda nacional. Tercer plano, de hecho, dado que el segundo tema en importancia ha sido la ruptura de Marcelo Ebrard con el partido gobernante.

Contrario a lo que algunos llegaron a señalar, el triunfo de Claudia no fue opacado ni amargado por Xóchitl ni Marcelo. En cambio, en el Frente deben estar preocupados, pues tras semanas seguidas de protagonismo, otra vez fueron marginados por la atención ciudadana. Tan es así que dos entrevistas de Gálvez pasaron desapercibidas: una con Jorge Ramos y otra con Bloomberg, donde polémicamente aseguró que Pemex será abierta a la inversión privada.

De hecho, también pasó desapercibido que Xóchitl destacó en la cena de 300 Líderes, pues la atención estuvo centrada en la unción de Sheinbaum y la entrega del bastón de mando por parte de AMLO.

Ahora, el reto de la ex jefa de Gobierno capitalino es mantener esa inercia y hacerla crecer. Pues en las campañas el desgaste natural, el golpeteo, las polémicas, la guerra sucia, podrían revertir la situación y acortar las distancias con las candidaturas opositoras.

Hay que recordar que, en la época de hiperestimulación en la que vivimos actualmente, somos adictos a la novedad, a los anuncios, a lo inesperado. Pero al mismo tiempo, esas cosas nos terminan por aburrir rápido... hasta que sale algo más nuevo. Vivimos saltando entre novedades. ¿Le pasó eso ya a Xóchitl y le pasará a Claudia? Sus equipos tendrán que batallar contra el acelerado desgaste de las cosas en tiempos de redes y tiktok. 

¿Que decidirá Marcelo Ebrard? 

Esta es una gran incógnita. Ya perdió la oportunidad de ser candidato independiente. Si quiere ser candidato presidencial sólo le queda una opción: Movimiento Ciudadano.

Hablando de independientes, con corte a la noche de ayer, que fue el limite para registrarse ante el Instituto Nacional Electoral (INE), se anotaron 20 personas, la mayoría desconocidas, salvo tres sorpresas: el ex gobernador Ulises Ruiz; el ex líder del PES y ex aliado de AMLO, Hugo Eric Flores; y la corcholata de Donald Trump, el actor ultraderechista Eduardo Verástegui.

P.D. Alito se sirvió con la cuchara grande; ya se registró como representante suplente del PRI ante el INE. Lo que son las ganas de figurar.