El escenario político argentino experimentó un cambio sorprendente tras las elecciones primarias de ayer, denominadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), en las cuales se definieron las candidaturas presidenciales y legislativas que competirán en las elecciones federales del 22 de octubre venidero.
Javier Milei, un candidato fuera de los partidos políticos tradicionales, fue el más votado, alcanzando el 30.04% de los sufragios. En 2011, el ultraderechista fundó la coalición "La Libertad Avanza", con inclinaciones conservadoras en aspectos sociales y libertarias en el ámbito económico.
El ministro de Economía Sergio Massa, candidato del oficialismo representado por la coalición peronista "Unión de la Patria", consiguió el 21.04% de los votos, muy por debajo del promedio histórico del 37%. A esta coalición pertenecen los partidos Justicialista del actual presidente Alberto Fernández, y el Renovador del mismo Massa.
Patricia Bullrich, representando a "Juntos por el Cambio", alcanzó el tercer lugar con el 16.88%. Esta alianza política se creó en 2019 para respaldar la reelección de Mauricio Macri, un objetivo que no logró.
Las nada convencionales propuestas del Milei han agitado el panorama económico y político argentino. Entre sus medidas más polémicas están la clausura del Banco Central, la dolarización total de la economía y una profunda reestructuración del gasto público mediante la eliminación de 10 de los 18 ministerios presidenciales. Además, propone reducir los subsidios a empresas de servicios, trasladando el costo real a los usuarios, autorizar la comercialización de órganos humanos, permitir la libre venta de armas y restringir el derecho al aborto.
Milei, quien ha manifestado su admiración por Donald Trump, ha causado escepticismo y ayer el peso argentino se devaluó un 22.45% frente al dólar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador comentó así ayer sobre las elecciones primarias en Argentina durante su conferencia de prensa: “En el caso de Argentina les ha afectado mucho la crisis económica” que según él es culpa del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Macri, porque “no gana Macri, gana Alberto Fernández, y queda una enorme deuda y el FMI les dio la espalda (…) Las inflaciones y las crisis económicas le ayudan siempre a la derecha, al conservadurismo…”.
El análisis de AMLO ignoró el hecho de que las crisis económicas no le ayudan siempre a la derecha y no tienen un impacto unidireccional en la política. A lo largo de la historia, dichas crisis han favorecido tanto a la derecha como a la izquierda y muchas veces la mayoría de los votantes ha votado por la oposición cuando el partido en el poder, sea éste de derecha, centro o izquierda, demostró ser incapaz para resolver una crisis. Algunos ejemplos de un giro de la derecha hacia la izquierda: Brasil en 2002 cuando Lula da Silva llegó por primera vez a la presidencia; Argentina en 2003, cuando Néstor Kirchner ganó la presidencia y; Grecia en 2015 cuando Alexis Tsipras fue designado primer ministro.
AMLO hizo un análisis ideologizado de lo que sucedió el domingo en el país que muy mal gobierna su amigo Alberto Fernández. Al hacerlo ignoró la realidad y engañó a quienes creen que todo lo que dice es cierto.
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