El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene entre sus manos el 'pescuezo' de Morena... y también del Frente opositor.
Basta con que tres magistrados del pleno decidan darle la razón a su colega, la ministra Janine Otálora, para que las campañas, que no son campañas, pero que graznan y caminan como una, sean frenadas de manera inmediata.
Esto va a impactar atómicamente en la competencia entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, punteros en el proceso interno, que suena como a pato, aunque digan que no es pato, de Morena y sus aliados de la Cuarta Transformación. En especial pegará al excanciller, quien es quien más pugnó, por no decir, peleó, por las renuncias en los cargos para competir de cara a la ciudadanía.
Y de igual manera pegaría a los aspirantes del Frente compuesto por el PAN-PRI-PRD y, en particular, a Xóchitl Gálvez, que se ha vuelto un fenómeno mediático y se acerca cada vez más en las encuestas a los morenistas.
De aprobarse el proyecto de la ministra Otálora, que estima que los procesos de la 4T y la oposición deben ser detenidos porque son un fraude a la ley, el panorama político de cara a las elecciones del 2024 cambiaría enormemente.
La cuestión es... ¿a quién afectaría más?
Si a las corcholatas que han basado sus campañas en hacer giras en los estados, reunirse con miles de simpatizantes y tapizar propaganda en la vía pública.
O a Xóchitl Gálvez, cuya popularidad ha crecido principalmente por la rabia que le ha generado a Morena y al presidente López Obrador, que no paran de hablar de ella.
Ya es hasta grotesca la forma en la que día y noche la tienen atorada en la boca. ¿Nadie les ha dicho que ellos mismos son los que han empujado el crecimiento de su principal rival?
¿O acaso será algo premeditado? Quizá... pero la estrategia les salió mal, pues El Financiero ya coloca a la senadora panista a 10 puntos de distancia de Sheinbaum y Ebrard... y hasta empatada con Adán Augusto.
Si el Tribunal decide enfriar la contienda, Morena deberá ajustar su estrategia... y Xóchitl también.