Por fin se puso buena la carrera en la oposición para elegir a su candidata o candidato presidencial.
Luego de meses, más bien, años, de pasividad, parece que al fin el antiobradorismo se puso las pilas: ayer acordó el método para determinar quién será la persona que abandere sus esfuerzos electorales.
Eso sí, el método imita algunas simulaciones de Morena, como el malabar para evitar decir que es una precampaña, además de que es sumamente engorroso y puede causar el agotamiento ciudadano.
Lo importante, sin embargo, es que, lejos de esos detalles, parece que la oposición por fin está delineando su camino para enfrentar a la autodenominada Cuarta Transformación.
Y si uno sabe leer señales, parece que ya tiene a su candidata favorita.
Xóchitl Gálvez es, hasta ahora, el perfil que más anda empujando la oposición. Y no tanto el PRI-PAN-PRD, sino intelectuales y ciudadanos que, sin ser militantes de un partido, forman parte o coinciden con el bloque.
Las razones por las que la senadora hidalguense es un perfil atractivo es porque, además de no traer tras de sí grandes escándalos, puede presumir que viene desde abajo y no le tiene miedo al pueblo: algo que puede neutralizar, en cierta medida, el discurso morenista.
Y en caso de que la elegida de la 4T sea Claudia Sheinbaum, Gálvez, que ya confirmó que quiere gobernar el país, equilibraría la balanza discursivamente en una campaña que sería liderada por dos mujeres.
Eso último, lejos de cualquier simpatía política, es un gran logro que, como país, se debe celebrar. La posibilidad de que, por primera vez en la historia, una mujer sea elegida como la líder de todas y todos los mexicanos.
Ahora, no todo está dicho. Si la oposición no cae en simulaciones y dedazos encubiertos, Xóchilt Gálvez deberá competir con distintos perfiles, como Enrique de la Madrid, Santiago Creel, Lilly Téllez, Silvano Aureoles, que pueden darle batalla.
Y aunque Alito Moreno ya se bajó de la contienda, los intereses partidistas y las pugnas internas de la alianza pueden descarrilar el sueño de Xóchitl.
Lo dicho, la oposición por fin se pone interesante.
La senadora hidalguense es un perfil que puede neutralizar en algunos puntos el discurso de Morena, pero antes deberá ganar en el proceso interno de la oposición... si es que no es una simulación.
P.D. El presidente AMLO dijo que en un par de días revelará quién es el candidato de la oposición... ¿será Xóchitl?