La alianza opositora por fin se puso las pilas en la carrera para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador... pero, como villano de caricatura, lo hizo mal y de forma ridícula.
En términos llanos, regó el tepache. Le dio la garrotera. Ergo, se le chispoteó, como dice el clásico. Pues diseñó un método engorroso y copiando mañas de la 4T.
Este fin de semana, el PRI, PAN y PRD aprobaron el bosquejo de lo que será su método de elección de candidato o candidata presidencial.
Y es tan complicado como la física cuántica.
Habrá elección interna, pero también habrá encuesta, existirá también un observatorio ciudadano, además de que las y los aspirantes deberán juntar 150 mil firmas.
Lo mejor de todo, es que, al igual que sus acérrimos enemigos, los obradoristas, este proceso no será una precampaña. Nada de esto.
Morena y sus aliados, el Verde y el Partido del Trabajo, actualmente realizan un proceso interno para elegir a su "Coordinador de Comités en Defensa de la Cuarta Transformación".
La Oposición, para no quedarse atrás, se presta a copiar esa simulación... pero le sale un Domingo Siete.
Resulta que el confuso proceso interno, lleno de laberintos, no es para ungir a un o una candidata presidencial, sino que es para determinar al "Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio Opositor".
Es decir, lejos de alejarse de la maña morenista, se prestan al mismo engaño.
Por si fuera poco, además de lo complicado del proceso, que sólo entorpecerá sus esfuerzos contra el morenismo, ya comenzaron las bajas.
El senador Germán Martínez y el gobernador de Yucatán Mauricio Vila, el mejor evaluado del paìs, decidieron bajarse del proceso para buscar la candidatura; mientras que el académico Sergio Aguayo también decidió no participar en el comité del Frente Amplio Opositor que supervisaría el proceso.
La oposición entró en la carrera... y se le descompuso el auto luego luego.