El presidente Andrés Manuel López Obrador anda desaparecido. Nadie sabe dónde está y nadie tiene la certeza de cómo está. La sombra de la duda y la incertidumbre suben como humo por encima de Palacio Nacional.
El Gobierno ha mencionado, contradictoriamente y sin pruebas, que todo está bien con el titular del Ejecutivo, que en un par de días será dado de alta. Por otro lado, se mandan mensajes encontrados.
¿Por qué si se recuperará en uno o dos días suspendieron una cumbre con países latinoamericanos que se realizará en dos semanas?
¿Por qué no se ha desmentido con fuerza cada uno de los rumores respecto a la salud del presidente?
En medio de esas interrogantes, hoy hay un cónclave en ese recinto, en donde acudirán todas las y los mandatarios locales de Morena.
El presidente López Obrador no estará presente. Únicamente el titular de Gobernación y actual encargado del Ejecutivo, Adán Augusto, así como la secretaria de Seguridad, Rosa Icela, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
Las y los gobernadores demandarán respuestas sobre la salud del presidente. No sólo porque es un asunto de Estado. Sino porque importa para la gobernabilidad de sus respectivas entidades.
Eso sin contar que puede cambiar el panorama para la sucesión del 2024.
Y mientras pasa todo esto... en la Cámara de Diputados, en una de las sesiones más largas y desaseadas de la historia, Morena metió una serie de albazos legislativos que resolvió al vapor y sin que los diputados los leyeran.