La estrategia de la ministra Yasmin Esquivel parece que ha funcionado: ha logrado postergar la decisión de la UNAM en su contra.
Mediante artilugios jurídicos, es decir, amparos, ha amordazado en dos ocasiones a la Máxima Casa de Estudios, la cual está impedida nuevamente para pronunciarse sobre el caso de plagio de la juzgadora.
Apenas el viernes, la UNAM cantaba victoria y celebraba haberle propinado una derrota a la ministra al haberse librado de dichas ataduras cuando inmediatamente se le notificó de una nueva suspensión.
Ahora la Universidad está atada de manos, para pronunciarse sobre este caso y emitir un dictamen del caso.
Pero... ¿cuál será la decisión final de la institución universitaria?
Todo parece arrojar que le retirará el título a la ministra Esquivel. En este caso, la UNAM se juega su propio prestigio y el prestigio de todas y todos sus egresados.
Incluso ya hizo cambios a su Ley Orgánica para evitar que se vuelva a repetir esta situación en un futuro, además de que ya puede quitarle el título universitario a quienes lo hayan obtenido sin probidad ni honradez.
Esa reforma de la Máxima Casa de Estudios tiene nombre y dedicatoria: Yasmín Esquivel.
Hace unas semanas, fuentes universitarias confirmaron al reportero de Grupo Fórmula, Héctor Herrera, que va a proceder en contra de la ministra.
Pero, tras tantas presiones... ¿cambiará su dictamen?
Este caso puede lesionar irremediablemente la credibilidad de la universidad.
P.D. Por cierto, hablando de la UNAM: esta semana habrá nuevas movilizaciones por el tema de los recortes de la 4T al presupuesto para el otorgamiento de becas a estudiantes.