Quizá no fue un partido de beisbol, el deporte de los amores presidenciales, pero el debate del Estado de México fue seguido muy atentamente en Palacio Nacional.
Las preocupaciones son evidentes: ganar en esa entidad es indispensable de cara a los objetivos, tanto nuevos como antiguos, de Andrés Manuel López Obrador.
Tener en la bolsa a la entidad con el mayor electorado del territorio nacional no sólo es importante para lograr una victoria asegurada en los comicios del 2024, sino que también es indispensable para obtener la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión.
Al presidente no le basta con ganar el siguiente año. Quiere arrollar y pintar de guinda todo el país, como sucedió en 2018. Esto le permitirá lograr su principal objetivo de final de sexenio: una reforma constitucional que, tras el revés de la Corte, traslade la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Es decir, del Ejército.
En caso de perder el proceso electoral del Estado de México, López Obrador verá un obstáculo mayúsculo en sus planes. La oposición, en caso de ganar, se reagruparía, recuperaría fuerzas y demostraría que sí le puede ganar a Morena.
Por ello, el debate de ayer fue de suma importancia para el presidente.
Porque aunque rara vez los debates cambien las preferencias electorales, sí pueden meter varios sustos. A él mismo le pasó en 2006 cuando rechazó acudir al primer debate, donde la descontada que Calderón le dio a Madrazo ayudó a catapultar las aspiraciones del panista.
¿Quién ganó y quién perdió el debate del Edomex?
Como preveían los morenistas, en el debate Alejandra Del Moral salió a darle un 'quemón' a Delfina Gómez en el tema que más le duele: los diezmos que se le cobraron a trabajadores de Texcoco cuando ella, en 2015, era presidenta municipal.
Este tema es un golpe a un eje clave del discurso obradorista: el combate a la corrupción.
A esa estrategia le ayudó la moderadora, Ana Paula Ordorica, quien tuvo una actitud bastante cargada en contra de Delfina. Por un momento hasta calentó el debate.
Pese a ello, Ale Del Moral, quien es mejor debatiente, no logró atestarle un golpe fatal a Delfina, quien aunque trastabilló, no fue noqueada a lo largo del ejercicio y, de hecho, logró resistir.
Ale ganó... pero Delfina no perdió. Y en un debate eso es igual de importante. Se puede decir que las campañas formalmente empezaron anoche: y todo apunta que la carrera estará más reñida de lo que se cree.
El inquilino de Palacio Nacional quizá pueda estar tranquilo, por ahora. Pero sabe que no la tiene fácil y puede sufrir un descalabro.