Opinión

VENTANA

Berrinche presidencial

Como a López Obrador no le gusta perder, ya prepara un “Plan B” para aventarle la Guardia Nacional a la Defensa.

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Acostumbrado a que no lo contradigan y le vengan con eso de que la ley es la ley, el presidente de la República vive días difíciles por cortesía de la Suprema Corte.

El nuevo berrinche presidencial lo han provocado ocho ministros que, con su voto, totalmente apegado a la Constitución, revierten el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.

Haber evitado un fraude a la Constitución los hace acreedores a otro baño de insultos desde la Santa Inquisición Mañanera, a diferencia del ministro Arturo Zaldívar y sus colegas Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel, quienes no actuaron con profesionalismo ni dignidad para evitar exhibirse como lacayo lacayas del inquilino de Palacio.

Pero como a López Obrador no le gusta perder, y cuando pierde arrebata, ya prepara un “Plan B” para aventarle la Guardia Nacional a la Defensa mediante una nueva reforma constitucional, cuando Morena y aliados ganen, si pueden, la mayoría calificada en las elecciones federales del año entrante.

Lo malo es que falta mucho tiempo y lograr esa mayoría calificada está por verse; mientras, en el camino, López Obrador podría recibir más fallos adversos a su necedad, de esos que lo enfurecen y sacan de quicio.