Eso de que “En México ya no se espía”, es burda mentira.
El diario estadounidense The New York Times encueró al gobierno de la 4T, en concreto al Ejército Mexicano, al exhibirlo como el mayor usuario del programa espía “Pegasus”, a nivel mundial.
Periodistas, defensores de los derechos humanos y opositores son blanco del “hackeo” a sus teléfonos celulares, bajo pretexto de “labores de inteligencia, nunca de espionaje”.
El 29 de enero pasado, el INAI, incómodo y maniatado, ordenó, a la Secretaría de la Defensa Nacional, revelar los contratos con la empresa Comercializadora Antsua, proveedora del programa espía; la dependencia militar se negó y, además, clasificó la información como “confidencial” por cinco años, de aquí a 2028, dizque por razones de riesgo a la “seguridad nacional”. Revelar los datos puede favorecer a grupos desafectos al gobierno e integrantes del crimen organizado, es el argumento.
¿Será que quien oculta, otorga?…
¿O cómo era?