En México no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad del señor… presidente.
Es muy sospechoso que el diputado guinda Armando Contreras Castillo intente proponer una iniciativa para que el rector de la UNAM sea elegido por toda la comunidad universitaria, mediante voto universal, libre y secreto y no sólo por la Junta de Gobierno, como dicta la norma vigente.
El argumento del legislador “cuatrotero” es el mismo utilizado por el presidente para que, por la vía de la dizque democratización, se exorcise el demonio de la derechización y el gobierno imponga los dogmas de la ideología de izquierda en la máxima casa de estudios.
Hace tres años, Mario Delgado, gerente de Morena, retiró algo similar cuando fue líder de la mayoría guinda, debido al rechazo generalizado de la comunidad universitaria y un gran sector de la sociedad. De las ganas, quedó el cansancio.
Esta vez, no parece que la “ideota” del diputado Contreras Castillo solo sea un “globito” distractor para medirle el agua a los camotes universitarios y ver si, en una de esas, es chicle y pega.
Ahora está claro que el presidente va por el control de la UNAM como pretende hacer con el INE, el Tribunal Electoral, otros organismos autónomos y hasta del Poder Judicial.
A López Obrador no sólo le gusta el beisbol; también es fanático del nado sincronizado.