Cada día hay más políticos estadounidenses que exigen que los cárteles mexicanos del narcotráfico sean calificados como organizaciones terroristas. De ocurrir esto, el gobierno de EEUU podría actuar contra ellos pero también contra cualquier organización o persona que haga negocios con ellos.
La manera de actuar podría variar. Desde multar a cualquier empresa o individuo que mantenga una relación de negocios con un cártel, hasta la captura, encarcelamiento o destrucción de los narcos y sus cómplices utilizando a las autoridades mexicanas o, en caso de ser necesario, las fuerzas armadas de EEUU.
Los fiscales generales de 21 estados de EEUU y cada vez más legisladores republicanos están actuando para lograr que los cárteles sean designados como organizaciones terroristas. El mismo fiscal general de EEUU acepta que llegado el caso él no se opondrá a dicha designación.
Ayer, un poderoso senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, anunció que propondrá legislación para, como él mismo lo dijo, “combatir el flagelo del fentanilo en EEUU y la violencia causada por los cárteles mexicanos”.
Entre las muchas cosas que dijo destacan las siguientes: “Los cárteles en México han estado aterrorizando a los estadounidenses durante décadas. Vamos a desatar la furia y el poder de EEUU contra estos cárteles. Vamos a destruir su modelo de negocio y su estilo de vida porque nuestra seguridad nacional y la seguridad de EEUU en su conjunto dependen de que tomemos esta acción decisiva. El segundo paso en el que participaremos es dar a los militares la autoridad para perseguir a estas organizaciones dondequiera que existan. No invadir México. No para derribar aviones mexicanos sino para destruir los laboratorios de drogas que están envenenando a los estadounidenses. ¿Qué impulsa esto? El fentanilo. Más personas murieron en EEUU por envenenamiento por fentanilo que en los accidentes automovilísticos y la violencia armada combinados. El fentanilo se está convirtiendo en la principal causa de muerte de los estadounidenses de 18 a 45 años. 200 estadounidenses mueren cada día debido a sobredosis de fentanilo. Las sobredosis causan el equivalente a un nuevo 11 de septiembre cada dos semanas. Creo que si hubiera una célula de ISIS o Al Qaeda en México que lanzara un cohete contra Texas, los borraríamos del planeta. Los cárteles mexicanos están haciendo eso, multiplicado por miles y nuestra respuesta es inadecuada. Para el presidente de México: el fentanilo es un arma de destrucción masiva que se lanza a EEUU desde su país. Viene de su país. Está permitiendo refugios seguros para que estos grupos operen con impunidad. Porque lo que está haciendo no está funcionando. Su país está siendo utilizado por narcoterroristas para envenenar a Estados Unidos. Le pedimos que nos ayude”.
Para variar, el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó ayer al diablo a Graham y se lanzó contra todo lo que él percibe como lo malo que hay en EEUU, y aseguró que en México “no producimos fentanilo y no tenemos consumo de fentanilo”, lo que es absolutamente falso. En fin, en vez de tomar en serio a los políticos poderosos de EEUU, aceptar que hay un problema y buscar puntos de negociación con ellos, optó por seguir antagonizándolos. Muy mal.
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