La democracia en el país está amenazada por la reforma ordenada por el presidente para destazar al INE.
Eso revelan mensajes enviados por la Embajada de Estados Unidos en México al gobierno del presidente Biden, según revela el diario The New York Times; se asegura que el “Plan B” significa un duro golpe contra una institución que fue clave para nuestra democracia.
Según la nota periodística, Washington ha evitado pronunciarse públicamente para no provocar la ira del presidente López Obrador. Se saluda, sí, a las instituciones mexicanas que serán capaces de defenderse con apoyo del Poder Judicial.
La posición cauta de la asministración Biden contrasta con las reacciones de alarma detonadas por legisladores y analistas estadunidenses, preocupados por el impacto que los cambios en el INE significarán en deterioro de la democracia mexicana, al socavar la autonomía del árbitro electoral y limitar su capacidad para castigar abusos de políticos desde el partido en el poder.
Hablan de un retroceso democrático causado por un líder autocrático que antepone sus intereses con total e imprudente impunidad.
El desmantelamiento del INE, uno de los organos electorales más efectivos del mundo plantea un panorama trágico; deja vía libre a la imposición de una dictadura sustentada en el sabotaje, nos advierten.
Esa alarma que viene de Estados Unidos no se escuchará en Palacio, aunque suene tan fuerte.