Sí, aún es funcional. Bueno, a veces.
Florestán.
El presidente López Obrador regresó ayer por sexta vez a la sede de la Octava Región Naval del Pacífico, en la Bahía de Acapulco, a la que ha llegado las cinco visitas anteriores, sin salir a recorrer el devastado puerto ni a consolar a uno solo de los 900 mil damnificados y hoy sin futuro, por el golpe aniquilador del huracán Otis en los primeros minutos del miércoles 25 de octubre.
Es cierto que el martes 24 a las 20:25 subió un post en la red X: Atento aviso a toda la población de la Costa Grande de Guerrero: de acuerdo con la información disponible se pronostica que el huracán Otis entrará al territorio con categoría 5 entre Acapulco y Tecpan de Galeana de las 4 a las 6 de la mañana.
Pero Acapulco siguió la vida normal en hoteles, en restaurantes, en bares, en los hogares de cientos de miles de personas que se fueron a dormir como si nada.
En las instalaciones de Mundo Imperial, se llevaba a cabo, como cada año la más importante convención que se celebra allí, la minera, y a las nueve de la noche, tras la alerta presidencial, estaban sentados para la cena de gala, con representantes del gobierno de Guerrero como si nada, y eso que el huracán a esa hora ya era categoría cuatro apuntando a la cinco catastrófica.
Quince días después, al insistir en que había alertado a los ciudadanos (sic), reconoció que pudo haber mandado una alerta con más fuerza. Pensé en decirlo más fuerte, o sea, viene cañón, algo así, pero dije no Con eso basta.
Y no bastó.
Nadie de su gobierno emitió las alertas necesarias para advertir del golpe que venía.
Con estos antecedentes, ayer volvió a la base naval del puerto, donde se ha concentrado en los cinco viajes anteriores, evitando siempre recorrer ese Acapulco devastado ni escuchar a uno solo de los cientos de miles de damnificados.
Él sabrá por qué no sale y no los escucha.
RETALES
- RECORRIDO.- El presidente navegó la Bahía de Acapulco en el protocolario embarque y escoltas navales, con motivo del Día de la Armada de México, donde tras entregar condecoraciones y reconocimientos, lanzó al mar la tradicional ofrenda floral a los marinos desaparecidos en el cumplimiento de su deber. Y se regresó;
- BURLA.- Una mayoría en el Senado no tiene vergüenza. Creó una comisión de seguimiento de la crisis de Acapulco y puso al frente a Félix Salgado Macedonio, papá de la gobernadora. La burla sin fin;
- RATIFICACIÓN.- Hoy ya es imposible que Ernestina Godoy sea ratificada como fiscal de Justicia de la Ciudad de México. El bloque opositor, de quien depende la mayoría calificada, de la que carece Morena, se ha endurecido y no hay modo de que ceda. Ya es una prioridad del Frente Opositor, un imprevisto para el régimen que tendrá que encontrar una nueva propuesta y el mismo congreso aprobar o rechazar.
Nos vemos el martes, pero en privado.