Entre los pronosticadores existe un optimismo generalizado en torno a la marcha de la economía nacional y la mayoría de ellos han elevado sus pronósticos sobre el crecimiento que este año registrará el producto interno bruto (PIB).
Estos son los pronósticos más recientes:
Deloitte: 3.50%; Moody’s: 3.50%; Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (encuesta de economistas): 3.40%; The Conference Board: 3.30%; TradingEconomics.com: 3.30%; Banco de México (encuesta de especialistas): 3.25%; Banco Mundial: 3.20%; BBVA Research: 3.20%; Fondo Monetario Internacional (FMI): 3.20%; Statista.com: 3.20%; Fitch Ratings: 3.10%; Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal): 3.00%.; Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): 2.60%.
Para Daniel Zaga, líder de Análisis Económico de Deloitte México y Aessandra Ortiz, Economista Senior de la misma consultoría, el crecimiento del PIB en 2023 se debe a “primero, Estados Unidos, que compartió un buen primer semestre (2.2% interanual) con México, está ayudando a la nación a través del comercio y las remesas; segundo, un auge del consumo privado, gracias a aumentos de los salarios reales y un mercado laboral fuerte; en tercer lugar, las ganancias debidas a la deslocalización (nearshoring), observables a través de la recuperación de la confianza empresarial y la inversión privada; y, en cuarto lugar, los grandes proyectos de infraestructura (nuevas refinerías, trenes y otros proyectos similares), que ahora se ven claramente en el gasto público y la construcción”.
Hasta ahora, todos los pronosticadores coinciden en que el crecimiento para 2024 y 2025 será menor que el de este año:
BVVA Research: 2.6% en 2024; Banco Mundial: 2.50% en 2024 y 2.00% en 2025; Deloitte: 2.50 en 2024 y 1.30% en 2025; Cepal: 2.10%; FMI 2024: 2.10%; OCDE: 2.10% en 2024; The Conference Board: 1.80% en 2024 y 1.50% en 2025; Tradingeconomics.com: 1.60% en 2024 y 1.80% en 2025.
Los factores que, de acuerdo con los analistas, podrían influir en la desaceleración del crecimiento del PIB de México en 2024 y 2025 son:
Una disminución de la actividad industrial en Estados Unidos en 2024 que impactaría directamente en el crecimiento del PIB de nuestro país.
La posibilidad, cada vez más remota, de que la economía global entre en recesión en 2024, que generaría una disminución del comercio internacional, la inversión y el gasto del consumidor.
La alta inflación es otro factor que continúa afectando la economía. La necesidad de mantener altas tasas de interés para combatir la inflación podría frenar el crecimiento económico al hacer que los créditos sean más caros y reducir el gasto del consumidor y la inversión empresarial.
La restricción continuada de las políticas monetarias de Reserva Federal de EEUU impide que el Banco de México pueda suavizar su política monetaria, lo que retrasa el inicio de su ciclo de normalización.
Los factores que actualmente impulsan el crecimiento económico, como el nearshoring y la inversión pública, podrían perder efectividad hacia 2025.
Como siempre, habrá que ver que tan acertados resultan los pronósticos. Hasta ahora, los pronosticadores han demostrado estar siempre dispuestos a modificarlos de acuerdo con la cambiante realidad.
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