Liz Truss, de 47 años, es desde hoy la primera ministra del Reino Unido, la tercera mujer en ese cargo después de Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019). Además, será la tercera persona en gobernar al país desde que David Cameron renunciara en julio de 2016 después de que 52% de los británicos votara a favor del Brexit o la salida de su país de la Unión Europea (UE). Su lugar lo ocupó May, que también renunció en julio de 2019 por ser incapaz de negociar exitosamente el Brexit con la UE. Su sucesor, Boris Johnson, se vio forzado a renunciar en julio pasado tras una serie de escándalos personales y políticos.
Que hayan tenido que renunciar uno tras otro indica la actual fragilidad del sistema político del Reino Unido.
La nueva primera ministra se hace cargo de un país inmerso en una grave crisis económica que se comprometió a resolver.
La inflación anual llegó a 10.1% en julio y el Banco de Inglaterra estima que podría alcanzar 13% conforme se agrave la crisis de los energéticos. Otros pronósticos son más pesimistas: Las Cámaras de Comercio Británicas (BBC) espera que la inflación llegue a 14%, Citigroup calcula un máximo de 18% y Goldman Sachs estima 22% si los precios del gas natural no descienden.
El alza del costo de la vida ha desencadenado una serie de huelgas y ayer había 150 000 personas en huelga, incluyendo trabajadores postales, ingenieros y empleados de call centers. 34 000 trabajadores ferrocarrileros anunciaron que pararán sus labores y los maestros, doctores y enfermeras votarán en las siguientes semanas si van o no a la huelga. Y, por si eso no fuera suficiente, los dos grandes sindicatos del país, con 2.7 millones de afiliados, están convocando a huelgas sincronizadas en todo el país.
La mayoría de los analistas coinciden en afirmar que la economía británica ya está en recesión y, de acuerdo con las BBC crecerá 3.3% este año, 0.2% en 2023 y 1.0% en 2024. Crecimientos insuficientes para sacar al país de su crisis.
La otrora poderosa libra esterlina cerró ayer en 1.1519 por un dólar, 14.82% debajo de donde se encontraba hace un año. En este mismo periodo, la divisa británica se ha depreciado frente al euro y otras divisas importantes. Esto significa que las exportaciones británicas son más competitivas y los turistas de EEUU y Europa obtienen más por su dinero al visitar el Reino Unido, pero también que el pago de la deuda pública y privada denominada en dólares, euros o yenes se ha ido encareciendo y que las importaciones cuestan más, lo atiza el fuego de la inflación.
En lo político, Truss goza de una cómoda mayoría en la Cámara de los Comunes y de un total de 650 escaños, su Partido Conservador tiene 357. Sin embargo, el destino que han corrido sus tres antecesores inmediatos muestra que ella también podría renunciar si es incapaz de resolver los problemas que está heredando de Johnson.
Deberá negociar aspectos pendientes del Brexit, mejorar sus relaciones personales con algunos líderes de la UE y seguir apoyando económica y militarmente a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Como decimos en México, Liz Truss se sacó la rifa del tigre y si no satisface las expectativas de los británicos podría acabar renunciando a su cargo como Cameron, May y Johnson.
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